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"Desilusión" Capítulo 50

ALERTA: Se viene el llanto. 

"Desilusión" ¿Saben cómo se define esa palabra?

Según el diccionario la desilusión se define como la perdida de la esperanza, de conseguir una cosa que se desea o la perdida de la ilusión al saber que algo o alguien no es como se creía.

Esa última frase era perfecta.

Marizza no era como él creía.

La desilusión, se había apoderado de cada una de sus células, sobre todo de su corazón, dolía, dolía horriblemente, su respiración se hizo un poco más profunda y tortuosa, incluso dolía respirar.

Cerro los ojos fuertemente y apretó los puños, aguantando todo lo que estaba sintiendo, pero no estaba seguro si iba a poder hacerlo.

Se levantó de la mesa para ir al baño, se mojó la cara con poco de agua, como si eso pudiera quitarle la pena que estaba sintiendo, respiro profundamente en cuanto sintió que una lagrima amenazaba con salir de sus azules ojos, tenía que controlarse no podía verse débil en frente de su familia, estaban todos sentados en la mesa cenando, no estaba dispuesto a demostrarle a nadie que Marizza le había roto el corazón.

Salió del baño decidido a que daría la mejor actuación de su vida, no iba a permitir verse vulnerable, camino hasta el comedor y sentó en silencio para poder terminar lo que le quedaba de comida, aunque dudaba que eso fuera posible, su estómago estaba completamente cerrado.

Respiro aliviado al darse cuenta de que nadie se había notado su repentino cambio de ánimo, tal vez porque para los ojos de su familia él seguía siendo el mismo mujeriego al que no le importaba ninguna chica.

Tal vez jamás debería haber dejado de ser ese Pablo.

Poso su atención en el plato de comida que tenía en la mesa, su papa hablaba de alguna estupidez del partido, pero él no era capaz de entender nada, estaba absorto de todo.

Los ojos de su mama se encontraron los suyos y de inmediato se dispuso a darle una sonrisa fingida, si convencía a su mama de que todo estaba bien, podría convérselos a todos.

En cuanto termino la cena, subió raudamente hasta su habitación y cerró la puerta con llave, tomo su teléfono y noto que tenía una serie de llamadas perdidas de Tomas y Guido, seguramente ellos también habían visto la asquerosa nota en la televisión ellos y todo el colegio, había quedado como una especie de cornudo frente a todos, soltó su teléfono y lo estampo en la pared de un golpe, se sentía tan estúpido, era un enorme tarado.

Por eso se había ido, tenía novio.

Ahora todo tenía sentido.

¡Dios que imbécil era! Era primera vez que le abría su corazón a una chica y resultaba de esa manera. Se tiro en su cama mirando el techo, ¿Por qué Marizza le había hecho eso? ¿Cuál era la necesidad de lastimarlo de esa forma? ¿Por qué no solo ser sincera?

Las imágenes de ella besando a ese desagradable chico, le estaban rompiendo la cabeza y no solo la cabeza, lo que tenía roto era el corazón, se llevó las manos a la cara y sintió como las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, intento calmarse pero no podía, se sentía tan miserable y no solo eso, se sentía estúpido, nunca en su vida una chica se había reído de él de esa forma, se llevó una mano hasta el cuello para tomar la cadena que Marizza le había dado, y la apretó con todas sus fuerzas solo quería arrancarla, lo intento, de verdad lo intento, pero no pudo, no podía, era tan tonto que no podía dejarla ir.

A pesar de todo el dolor que estaba sintiendo, era más doloroso pensar en arrancarla de su vida.

Tomo una almohada y dejo salir un sollozo ahogado estaba roto, todo su ser estaba roto.