La lluvia seguía cayendo estrepitosamente, no daba tregua, se hacía escuchar por todas partes, acompañada de los fuertes resoplidos del viento, se removió un poco de su cama, aún sentía un leve dolor de cabeza, pero ya se sentía mejor, no había comparación con lo mal que sentía en la noche, la fiebre había hecho estragos en su cuerpo, no recordaba nada después de la tonta pelea con Pablo por los medicamentos.
Abrió los ojos perezosamente, encontrándose con la imagen mas linda con la pudo despertar; Pablo estaba a su lado durmiendo acurrucado junto a ella, por encima de las frazadas, solo estaba cubierto por una manta color rosa, que definitivamente no sabía de donde había salido.
Sonrió al verlo dormir tan profundamente.
Pablo tenía un semblante relajado, su respiración era liviana y constante, su cabello estaba un poco alborotado y sus labios estaban un tanto entreabiertos, era la mejor imagen para despertar.
¿Cómo se podía ser tan perfecto?
Sin poder contenerse le paso una mano por la cara, acariciando suavemente su mejilla, para pasar luego su pulgar por sus carnosos y apetecibles labios, siguió bajando su mano hasta llegar a su cuello sonrió al darse cuenta de que estaba usando la cadena que le había dado.
Pablo era lo más tierno.
Ahí se quedó un momento observándolo, apreciando cada detalle de su rostro era increíble todo lo que le gustaba, estaba realmente loca por él, hizo un enorme esfuerzo por contener las ganas de besarlo, dejo escarpar un suspiro y se acurruco junto a él, se sentía tan bien, su cuerpo emanaba un reconfortante calor, que la hacía sentir segura, estar junto a Pablo era todo lo que estaba bien.
Poso su frente en el pecho de Pablo y pudo sentir ese aroma que le encantaba, paso un brazo por alrededor de su cintura, y una idea cruzo por su cabeza, con sumo cuidado procurando que Pablo no despertara, levanto su remera y paso su mano tímidamente, para sentir su piel, sonrió al darse cuenta lo suave y tibia que era, su abdomen no era muy marcado, pero era firme y duro, su mano comenzó a subir hasta posarse en su pecho.
Siguió deslizando su mano delicadamente, pasando por sus pectorales y volviendo a bajar a su abdomen, pasando también por sus costillas, estaba disfrutando al máximo de las sensaciones que le causaban el contacto con su piel.
– ¿Me estas toqueteando Marizza Andrade?
Levantó la vista un tanto atemorizada y se encontró con la mirada burlona de Pablo, lo que ocasiono, que sus mejillas se tornaran rojas, enseguida saco su mano y bajo la mirada avergonzada. – ¿Despertaste? Murmuro, en medio de una sonrisa nerviosa.
– Hace rato. Respondió Pablo, mientras soltaba una leve carcajada.
– Te estabas haciendo el dormido tarado. Le reprocho, logrando que él riera aun más.
– No, solo tenía los ojos cerrados, y vos te estabas aprovechando de eso. Sabes me siento violado. Le soltó mientras fingía estar ofendido.
– No seas tarado. Le respondió a la defensiva Marizza, y se dio la vuelta para perderlo de vista.
Pablo dejo escapar otra carcajada, ver a Marizza roja de la vergüenza se le hacía bastante tierno se acomodó un tanto mejor en la cama, Marizza estaba dándole la espalda, movió un poco su cabello y beso su mejilla, lo que hizo que ella sonriera.
– Perdón por reírme. Le susurro en el oído. – Pero no pensé que estuvieses tan interesada en tocarme. Le soltó divertido.
– Sos un tonto. Le contestó de mala gana Marizza.
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❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo
Novela JuvenilYo estaba en un bucle lleno de sombras. Yo estaba muy feliz con mi vida perfecta. Hasta que llegó él a iluminarlo todo. Hasta que apareció ella a cambiarlo todo. Prohibida la copia parcial o completa de este contenido