"La cita" Capitulo 73

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Pasado.

– Permiso. Marizza tocó la puerta y entró en la habitación donde estaba Simón, lo miro un par de segundos y luego bajó la mirada, no tuvo ni que preguntar su novio seguía molesto con ella. – Yo, no quería molestarte, solo vine a buscar un poco de ropa para dormir. Murmuró aun con la mirada en el piso.

– No me molestas Marizza. Simón bufó sonoramente.

Ella asintió con la cabeza y caminó hasta la puerta.

– ¿Dónde vas a dormir?

– En una de las habitaciones libres de la cabaña, hay varias. Murmuró sin mirarlo.

– Ya veo. La voz de Simón de pronto se volvió más dura y fría. – Primero me cortas el rostro y ahora te escapas como si yo te fuera a hacer algo.

– No me estoy escapando Simón, eso solo que vos estás molesto y no quiero pelear.

– No estoy molesto Marizza.

– Tu voz se escucha molesta. Masculló.

Simón se puso de pie y caminó hasta ella que seguía con la mirada en el piso. – No estoy molesto. Repitió las palabras lentamente, mientras le alzaba el mentón.

– ¿Entonces?

– Es que no te entiendo Marizza, cada vez que estamos en una situación así te escapas, es como si me tuvieras miedo.

– No te tengo miedo. Respondió apresuradamente. – Es solo que. Tomó una respiración profunda. – Yo no me siento lista aún. Suspiró.

– ¿No confías en mí? Preguntó Simón.

– Si confío. Respondió Marizza lo más segura que pudo, claro que confiaba en él, pero, aunque no le entendía había una parte dentro de ella que le impedía entregarse por completo.

Simón asintió con la cabeza como si la entendiera, pero ella sabía que no era así, lo podía ver en su semblante, su novio estaba confundido, no lo lograba comprenderla del todo.

– Lo siento. Se disculpó.

– No tenes que discúlpate por esto Marizza. Simón suspiró. – Creo que el problema es mio, tal vez estoy haciendo las cosas mal y por eso no confías del todo.

Ella no le debatió nada, tal vez Simón tenía razón, quizás muy dentro de ella había una parte que tenía alguna especie de duda con respecto a Simón.

La pregunta era.

¿Por qué no lograba confiar del todo?

+++

Presente. 

– Hola preciosa. El cálido aliento de una persona en su oreja la hizo estremecerse, no tuvo que girarse para saber de quien se trataba, esas manos juguetonas en su vientre y esa sexi voz solo le podían pertenecer a una persona.

Era Pablo, que como siempre estaba ocupando cualquier oportunidad para estar encima de ella.

Pablo era un hostigoso, su hostigoso.

Se dio la vuelta y sonrió al verlo. – Hola. Lo saludó con un pequeño beso en los labios.

– ¿Qué haces aquí tan sola?

– Nada yo solo estaba esperando a Mia, para ir a desayunar. Respondió con una sonrisa atontada en el rostro.

Últimamente esa era su forma de sonreír, "atontada" también podía utilizar la palabra embobada, y todo empeoraba cuando veía al causante de esas sonrisas tontas.

❤Señales❤ (Rebelde Way) HaciendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora