"Permiso" Capítulo 67

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– No encontraste un oso más grande, para regalarle. Se quejo Guido, mientras cargaba un gigantesco oso de peluche por el pasillo ayudado por Pablo.

– Déjate de reclamar lo corto Tomás de mala gana. – Es lo menos que se merece Pili, por su cumpleaños.

– Se pueden dejar de discutir el par de pelotudos y avanzar, este oso de mierda esta repesado. Se quejo Pablo.

Tomas soltó un suspiro, y siguió avanzando en compañía de los chicos por el pasillo en dirección a la habitación de Pilar.

– ¿Estás seguro de que tu noviecita no está en el cuarto? Pregunto Guido.

– Si, negro estoy seguro. Le respondió Tomas. – Dijo que salía con Mia, a hacerse una huevada en el pelo.

– Porfín. Celebró Pablo aliviado al ver que habían llegado a la habitación de las chicas. mientras lanzaba el oso al piso.

– Bueno entremos y terminemos con esta cursilería pronto. Hablo Guido, logrando que Tomas rodara los ojos.

Pablo se aproximó hasta puerta, toco un par de veces, pero nadie respondió, por lo que decidieron entrar, sus ojos comenzaron a recorrer la habitación, sonrió al encontrarse con Marizza, profundamente dormida, encima de la cama, boca abajo, mientras abrazaba una almohada no le sorprendió nada encontrarla ahí.

Marizza era una especie de oso, si podía dormía 20 horas de las 24 del día.

– Marizza está acá. Susurro Guido. – Pero que buena esta tu mina rubia. Añadió, logrando que Pablo frunciera el ceño.

– Deja de mirarla enfermo. Lo regaño, Pablo, dándole un golpe en la nuca, aunque no culpaba a Guido por mirarla, él tampoco podía sacarle la mirada de encima se veía realmente linda ahí recostada, estaba usando el uniforme y la falda del colegio dejaba ver sus lindas piernas al descubierto, ver a Marizza durmiendo de esa forma era casi como apreciar una obra de arte.

Se aproximó hasta el placard y tomo una frazada para cubrirla no le agradaba nada la idea de que sus amigos pudieran verla, aunque solo estuviera durmiendo, pudo darse cuenta de que Marizza llevaba los auriculares puestos, tal vez por eso no había escuchado el llamado de la puerta, se sentó en la cama, y le quito unos cuantos cabellos que caían por su rostro, le acaricio la mejilla con dulzura, hace días que no pasaban tiempo juntos y al tenerla ahí tan vulnerable, no había podido contener las ganas de acercársele.

– Dale, Pablo no estamos aquí para que vos le vinieras a hacer mimos a Marizza, ayúdanos. Se quejo Tomas.

Pablo, dio un resoplido y se puso de pie, no sin antes darle un pequeño a Marizza en la mejilla, frunció el ceño, al ver como Guido inflaba varios globos en forma de corazón, y Tomas colocaba un sinfín de pétalos de rosa en la cama de Pilar.

"Quien iba a decir que Tomas iba a hacer tan romántico"

Rio internamente, su amigo estaba a hasta las manos.

Aunque quien era él para juzgar, si él estaba igual o peor que su amigo.

Camino hasta el enorme oso y lo cargo para dárselo a Tomas, un fuerte PLAF, hizo que soltara el oso de golpe, observo a Tomas que estaba partiéndose de la risa, al parecer a Guido se le había reventado uno de los globos en la cara.

– ¿Qué hacen aquí? Se escucho la voz molesta de Marizza, él movió su cabeza y pudo ver como Marizza, se frotaba los ojos perezosamente.

– Vinimos a traerle una sorpresita a la noviecita del pollerudo este. Le informó Guido mientras apuntaba a Tomas.

– Y para eso meten tanto ruido, el trio de idiotas. Los regañó Marizza.

❤Señales❤ (Rebelde Way) HaciendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora