Pasado.
– Es lindo aquí. Simón le dio una mirada a la cabaña que Manuel les había prestado para pasar unos días.
Era un lugar realmente acogedor, aunque afuera el viento soplaba fuertemente y la lluvia no paraba dentro se percibía un calor reconfortante enviado por la chimenea, tomó la mano de su novia que estaba mirando todo con una pequeña sonrisa y ambos caminaron hasta uno de los enormes sillones y se dejaron caer en el para calentarse con el calor del fuego.
– Si es re lindo, con Manu veníamos siempre cuando éramos chicos. Marizza sonrió al recordar todos los momentos lindos vividos con el mexicano en ese lugar, esa cabaña guardaba un sinfín de recuerdos hermosos y agradables, ahora por el contrario aquel lugar tenía otra connotación.
Estaban ahí porque tenía que huir de sus papas, tenía que escapar de la tonta idea que tenían sus papas de alejarla de Simón y sobre todo tenía que evitar a toda costa de ese estúpido internado en Suiza.
Su cabeza estaba completamente nublada, aun no podía entender todo lo que le estaba pasando, de un día para el otro todo su mundo perfecto se había derrumbado, la burbuja de felicidad en la que vivía de un momento a otra había explotado dejando ver que todo no era color de rosa como sus papas se lo habían pintado.
– ¿Te pasa algo amor? La voz de Simón, la sacó de sus confundidos pensamientos.
– Yo... No. Negó con la cabeza. – Solo estaba pensando.
– ¿Y en que pensabas? Simón la tomó de la cintura y la atrajo hasta su cuerpo.
– En vos y en que te amo. Marizza lo miró sonriente.
– Ah ¿Sí? Simón arqueó una ceja y se acercó un poco más a ella para robarle un pequeño beso en los labios, que se encargó de intensificar al instante. – Estás muy linda amor. Simón se desvió de su boca y comenzó a bajar pequeños besos alrededor de su cuello.
Ella solo cerró los ojos, mientras intentaba relajarse de algún modo, sabía dentro de su interior que el hecho de estar solos en medio de la nada los podría llevar a tener un momento así, pero a pesar de que había intentado meterse en la cabeza que Simón era su novio y de que todo era normal, no podía dejar de tener una pequeña vocecita dentro suyo diciéndole que tal vez no era el momento.
Pudo sentir las manos de Simón tocando su abdomen y todo su cuerpo se tensó, lo que estaba sintiendo en ese momento no se sentía bien, algo estaba mal, no entendía que, pero simplemente no podía dejarse llevar.
– No Simón para. Murmuró y se alejó de él, se puso de pie y solo atinó a bajar la mirada.
– ¿Pero que pasa Mar? Inquirió Simón.
– Nada, es solo que no puedo.
Ni si quiera tuvo que mirar a su novio para saber que estaba molesto con ella, y probablemente su molestia se debía a que no era la primera vez que ella intentaba salir de una situación así, siempre que Simón intentaba ir más allá ella lo frenaba con cualquier tonta excusa.
Lo escuchó soltar un resoplido y vio de reojo como se ponía de pie para salir de la sala de estar y adentrarse en una de las habitaciones.
Ella se quedó de pie observando como el fuego consumía un tronco, al igual como la vida la estaba consumiendo a ella.
+++
Presente.
– Este es el mejor cumpleaños de mi vida. Grito Pilar, mientras se llevaba otro vaso de alcohol a la boca. – Ay como amo el vodka. Exclamó.
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❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo
Roman pour AdolescentsYo estaba en un bucle lleno de sombras. Yo estaba muy feliz con mi vida perfecta. Hasta que llegó él a iluminarlo todo. Hasta que apareció ella a cambiarlo todo. Prohibida la copia parcial o completa de este contenido