❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo

"Video" Capítulo 72

– Marizza hija, baja, se te va a hacer tarde para ir al colegio. Se escuchó la voz de su papa a lo lejos.

Ella se removió de su cama con la intención de seguir durmiendo, pero su papa seguía gritando escalera arriba. Se incorporó y tomó el reloj que tenía sobre su mesita de noche para la ver la hora, soltó un gruñido al ver que eran las 7 de la mañana.

Odiaba con toda su alma levantarse temprano.

Se puso de pie y caminó hasta la ducha arrastrando los pies, se desvistió y se metió en ella, para ver si el agua lograba despertarla un poco.

En cuanto sintió el agua en su cara los recuerdos de la fiesta comenzaron a llegarle de golpe, así había sido desde que Pablo la había llevado a su casa el día anterior, no había podido de dejar de pensar en la fiesta en todo ese tiempo. No pudo evitar sonreír, al recordar a Pablo besándola frenéticamente y todas las cosas lindas que le había dicho, Pablo era muy meloso cuando estaba con unos cuantos tragos encima.

Y al parecer ella igual, porque el rubio no había dejado de joderla, haciéndole bromas pesadas.

Había sido una noche mágica, al cerrar los ojos aun podía sentir las manos de Pablo recorriendo su cintura delicadamente como solo él sabía hacerlo.

Pablo había logrado lo que ningún otro chico había podido, la hacía sentir mujer, junto a él no se sentía una nena, sacaba a otra Marizza, que ni si quiera ella misma sabía que existía.

Confiaba tanto en él, lo amaba tanto, estaba cien por ciento segura que quería todo con Pablo, ni si quiera con Simón había logrado hacerla sentir tan segura como para dar paso al sexo y todo lo que conllevaba, Pablo era especial le entregaba toda la confianza que necesitaba sin si quiera intentarlo.

Salió de la ducha y se puso el uniforme lo más rápido que pudo, bajó y se encontró con Marcos y su papa charlando animosamente.

– Hola Marquitos. Saludo dándole un beso en la mejilla, él solo le respondió con una sonrisa tímida.

– Me alegra mucho que se estén llevando mejor. Celebró su papa.

– Viste ahora somo amigos. Sonrió Marizza y le paso un brazo a Marcos por los hombros. – Aunque no me quieras contar por quien peleabas con Fernanda. Le susurró en el oído.

Marcos se removió incomodo e hizo una mueca, aquella discusión aun le daba vueltas en la cabeza, sobre todo porque Marizza no había parado de insistirle en que le contara de quien estaba enamorado.

Claro, él ni muerto iba a admitir quien era esa chica.

– Bien chicos salgan el chofer los está esperando afuera. Le informó Martín.

Ambos compartieron una mirada cansada y salieron de la casa rumbo al colegio, entraron charlando o al menos eso era lo que pretendía Marizza, Marco estaba callado, demasiado callado para gusto, y se veía nervioso, aunque no lo culpaba por eso, después de lo que había ocurrido en la finca, no era para menos, tener a la pesada de Fernanda gritándole estupideces no debía ser nada fácil.

Estaba tan ocupada intentando descifrar a Marcos que no se dio cuenta que ya estaban en el pasillo de su salón, de pronto un sinfín de murmullos llamaron su atención, le dio una mirada al pasillo y se encontró con todos los ojos de los chicos que ahí habían mirándola de arriba abajo y no eran mirandas curiosas, varios tenían unas feas muecas en sus rostros sobre todo las chicas que la veían como si ella les causara nauseas.

– ¿Por qué todos te miran así? Preguntó Marcos, que al parecer se había dado cuenta de los mismo.

– Yo ... No tengo idea. Contestó un tanto titubeante, aquellas miradas de odio la estaban atemorizando un poco.