Todo era un alboroto la fiesta estaba en su punto más alto, todos estaban en la suya, Guido bailaba con una de las primas de Tomas y gritaba como loco, Tomás, Pilar, Pablo y Marizza estaban bebiendo y riendo a todo pulmón ignorando lo que pasaba a su alrededor, así se habían mantenido desde que Marizza y Pablo habían vuelto a la fiesta.
Los cuatro se habían mantenido juntos mientras boludeaban y bebían todo lo que a Pilar se le antojaba.
Fernanda le dio una mirada al lugar por más que buscaba y buscaba, no lograba encontrar a Marcos por ningún lado, lo que ya la estaba sacando de quicio, solo había ido a la tonta fiesta de la buchona para estar con él y no había conseguido nada de eso, lo único que había obtenido era una charla malísima con una de las primas de Tomás.
Era difícil charlar con la chica, ya que la pobre estaba realmente afectada por el alcohol, al parecer el hecho de que Pablo no la hubiera registrado le había afectado bastante por que la tal Cata se había dedicado a beber más que Pilar y Mia juntas.
– ¿Por qué Pablo está con esa? La voz alcoholizada de Cata la hizo salir de la inspección que estaba haciendo.
Ella redirigió su mirada hasta Pablo nuevamente y pudo ver como abrazaba a la tarada de Marizza por la espalda, mientras le dejaba varios besos en las mejillas, era una imagen digna de una portada de novela romántica.
En su opinión, era un asco.
Aun no entendía como la buchona y la loca de Marizza habían logrado conquistar a los dos chicos más lindos y populares del colegio, al parecer le habían hecho una especie de hechizo porque ninguno de los tarados se había despegado de ellas en toda la noche.
– Pablo tiene muy mal gusto gorda. Sonrió falsamente. – Yo tampoco entiendo que le ve.
– Ni si quiera es tan bonita, me quiero morir vine aquí solo para verlo a él y ha estado pegado con esa toda noche.
– Bueno si viniste aquí por mi hermanito deberías hacer algo. Fernanda sonrió con malicia.
– ¿Hacer qué? Preguntó Catalina.
Fernanda rodó los ojos, la prima de Tomas era bastante lenta.
– Bueno no se querida, pero recuerda que las chicas somos celosas y no creo que Marizza sea la excepción, yo te ayudaría porque nada me haría más feliz que ver a la enferma esa muriéndose de celos, pero tengo que buscar a alguien. Se dio la vuelta y sonrió de forma complaciente no tenía ni la menor duda de que había instaurado en la cabeza de Catalina alguna idea, estaba segura de que la hueca prima de Tomas se encargaría de molestar a Marizza, por ella, solo esperaba estar ahí cuando todo estallara.
Comenzó a caminar por la enorme casa en busca de Marcos, paso por una de las habitaciones y pudo ver como Mia dormía en una cama, mientras Manuel le acariciaba el cabello, ella solo rodó los ojos, esa era otra pareja que se le hacía de los más extraña, según lo que sabía habían terminado, pero el mexicano no se separaba jamás de Mia, no le quiso dar importancia y solo siguió buscando.
– Marcos. Gritó en un intento de encontrarlo, pero nada, no obtuvo respuesta, al parecer la tierra se había tragado a Marcos.
Frunció el ceño al notar que no estaba en ningún lugar de la casa, suspiro y solo se decidió a que debía encontrarlo y no iba a parar hasta hacerlo.
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– UNO, DOS, TRES. – Tomas, Pilar, Pablo y Marizza se llevaron a la boca un shot de tequila.
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❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo
Novela JuvenilYo estaba en un bucle lleno de sombras. Yo estaba muy feliz con mi vida perfecta. Hasta que llegó él a iluminarlo todo. Hasta que apareció ella a cambiarlo todo. Prohibida la copia parcial o completa de este contenido