"Escapada" Capitulo 57

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 Sábado de maratón

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– Pero ustedes son idiotas de nacimiento o se perfeccionaron con el tiempo. Exclamó Pablo, mientras daba vueltas furioso por su cuarto bajo la mirada atenta de Guido y Tomas.

– Pero Pablo cálmate, fue solo un pequeño error. Se excuso Guido.

– ¿Un pequeño error? Volvió a gritar Pablo. – La fui a encarar a Marizza, y no había hecho nada, quedé como un completo imbécil, por culpa de ustedes que escuchan conversaciones a medias.

– No podés ser tan cara dura Pablo, te dije que no fueras donde Marizza, pero sos tan obstinado, que partiste, si quedaste como un tarado es culpa tuya. Le recriminó Tomas.

Pablo soltó un resoplido y miró ofendido a Tomas, aunque quisiera negarlo Tomas llevaba razón, lo que había pasado había sido solo culpa de él, había actuado como un completo tonto, se había dejado llevar por sus impulsos nuevamente y todo había acabado de la peor forma.

Con el y Marizza castigados, justo un viernes.

– Al menos le agradeciste a Marizza, que no te mandara al frente con Consuelo, la mina no tenía por qué hacerlo y se rejugo Pablo. Volvió a hablar Tomas.

– No, no se lo agradecí, porque el idiota del preceptor nos vino a interrumpir. Se quejo Pablo.

– Menudo escándalo que armaron eh. Soltó Guido en medio de una carcajada. – La verdad extraña sus peleas. Añadió el moreno ganándose una mirada llena de ira por parte de Pablo.

– Bueno, no se Pablo, pero deberías hablar con ella, está bien que estés molesto, pero no podés ir hacerle una escena recriminarle cosas y después hacer como si nada. Lo regañó Tomas.

– Ya lo sé Tomas, intente hablar con ella nuevamente y me sacó a empujones del cuarto, me mando al diablo, solo le faltó tirarme algo por la cabeza, esta furiosa por el castigo del orto que nos dieron. Respondió Pablo.

Tomás y Guido se miraron y rieron, imaginarse esa escena se les hacía bastante gracioso.

– Igual no les parece raro que loca no le haya dicho la verdad a Consuelo, es extraño ¿No? Pregunto un tanto curioso Guido.

Pablo se tiró en su cama mirando el techo, esa era una interrogante que todavía le daba vueltas en la cabeza, aun no lograba entender porque Marizza no lo había mandado al frente.

– No lo sé. Respondió. – Les juro que yo hago fuerza para entenderla, pero no puedo, Marizza es la chica más rara que he conocido.

– Bueno tal vez, no le importas Pablo, quizá solo quiere tenerte lejos y no quiere ninguna especie de problema con vos. Hablo Guido, logrando que Pablo frunciera el ceño.

– O tal vez, si le importas. Intervino Tomas. – Tal vez le importas tanto que no quiere causarte más quilombos.

– Ya cállense. Los silenció Pablo. – Solo me están confundiendo, no quiero escuchar más, ni saber nada mas de ella.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que los tres, sacaran su atención de la conversación que estaban teniendo, se enfocaron en la entrada de la habitación y pudieron ver como Marizza entraba, raudamente al cuarto.

Los ojos de Pablo se fueron directamente hasta ella, y como no hacerlo si veía realmente bien, Marizza estaba usando unas ajustadas calzas, que le formaban una linda silueta, con un top deportivo que dejaba ver su trabajado abdomen acompañado de un improvisado rodete en el pelo, se veía algo agitada y sudada, probablemente venía del entrenamiento del equipo de coreo.

❤Señales❤ (Rebelde Way) HaciendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora