❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo

"Culpa" Capitulo 21

Tiempo atrás.

– Pero que mierda le pasa a mi papa. Vocifero Marizza mientras azotaba la puerta de su casa en su espalda.

– Bueno amor cálmate. Intento tranquilizarla Simón, lo que era de una gran perdida de tiempo, cuando Marizza estaba enojada no había quien la calmara.

– No me calmo nada, como es posible que vos estés tan tranquilo, después de como te trato hace días que esta repesado con vos Simón. Se quejo.

– Bueno, tal vez a tu papa le pasa algo Mar, porque no lo dejas así. Insistió Simón al ver el descontrol de su novia.

Marizza lo miro incrédula, no entendía como Simón podía estar tan tranquilo, después de que su papa se la había pasado toda la cena lanzándole indirecta y malos tratos. – ¿A vos que te pasa? Pregunto. – Porque estas tan tranquilo.

Simón camino hasta ella y le paso las manos por el rostro. – Estoy tranquilo porque lo único me interesa es estar bien con vos. Le dijo mientras se aproximaba a ella para besarla.

– Siempre vas a estar bien conmigo amor. Marizza se abalanzo hasta su novio para abrazarlo. Hasta que la voz de su papa la hizo apartarse.

– Marizza adentro, ya es tarde para que estés aquí afuera. La voz de Martín sonaba fuerte y demandante, su rostro estaba rígido observando a Simón.

Marizza lo miro confundida, su papa era el hombre más dulce y comprensivo que ella conocía y jamás lo había visto comportándose así de frio con nadie, llevaba un poco más de un año saliendo con Simón y su papa nunca había puesto ningún reparo, al contrario ambos se llevaban realmente bien, compartían un humor similar, hasta en ocasiones se unían para molestarla a ella, pero ahora todo había tomado un rumbo distinto, de la nada su papa se había comenzado a comportar de muy mala forma con Simón, cosa que de verdad no entendía.

– Me puedo despedir al menos. Pregunto algo tímida la expresión endurecida de su papa, la atemorizaba un poco, Martín solo hizo un gesto con la cabeza y volvió a adentrarse al interior de la casa.

– Perdónalo, amor. Se disculpo Marizza en nombre de su papa. – No entiendo que le pasa, mi papa no es así. Se quejo.

Simón suspiro y luego le sonrió. – Ya te dije que no importa bebe, lo único que me interesa es estar bien con vos. Marizza asintió con la cabeza y se inclino para besarlo.

– Te amo, Simón. Le dijo en medio del beso. – Para siempre. Pregunto Simón, despertando la risa de Marizza, Simón no solía ser así de meloso.

– Para siempre. Respondió Marizza. – ¿Y estas segura que no vas a querer a nadie más? Pregunto Simón sin sacar sus manos de la cintura de Marizza.

– ¿A quién más podría querer? Inquirió Marizza divertida por las preguntas de su novio.

– No lo sé, solo quiero estar seguro de que nadie me va a robar tu cariño. Respondió Simón acariciándole tiernamente la mejilla.

– Por eso tenes que estar tranquilo porque te voy a querer solo a vos para siempre. Respondió Marizza besando nuevamente los labios de su novio.

– ¿Para siempre? Pregunto Simón.

– Para siempre...

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– ¡Marizza para! Grito Pablo mientras se echaba a correr para seguir a Marizza que subía las escaleras con una agilidad increíble.

Marizza, no lo escuchó solo corrió lo más rápido que pudo, los tacones y la estúpida falda no le hacían el trabajo fácil.