– ¡CHICOS! Estamos aquí sáquennos. Marcos volvió a gritar mientras golpeaba la puerta frenéticamente.
– No, nos van a escuchar la música está muy fuerte. Se quejó Lujan, a lo lejos aún podía escuchar la música sonando y las carcajadas de los chicos, era obvio que por más que intentaran llamar la atención de los chicos no lo iban a lograr, llevaban ahí aproximadamente dos horas, aunque no lo sabían con exactitud, ninguno de los había traído su celular como para verificar la hora.
– Estamos encerrados. Marcos volvió a gritar, sin obtener ninguna respuesta.
Suspiro profundamente y luego bajó la cabeza derrotado, aunque no lo quisiera admitir Lujan tenía razón, por más que gritaran probablemente ninguno los chicos los iba a escuchar. No le quedaba más que resignarse a pasar la noche en ese cuarto húmedo, lleno de ratas y enfermedades.
Un escalofrío le recorrió la espina, de solo pensar en las ratas.
Como si las hubiera invocado con el pensamiento una gigantesca apareció y caminó entre sus pies, él solo fue capaz de chillar como un loco, no pudo hacer nada más.
Cuando su corazón se tranquilizó, pudo escuchar una enorme risa que lo hizo fruncir el ceño, observó a Lujan y se dio cuenta que la chica estaba apretando su estómago de la risa, el casi había muerto de un infarto y ella estaba riendo.
Caminó hasta ella y se dejó deslizar por la muralla para sentarse a su lado.
– ¿Estás entretenida? Preguntó alzando una ceja.
– La verdad sí. Respondió Lujan en medio de una leve carcajada se le hacía gracioso ver lo histérico que era aquel chico.
– Bueno al menos vos te diviertes. Se quejó Marcos.
– La verdad verte gritar como un loco ha sido lo más interesante de la noche, la fiesta ha sido un asco.
– Si tenes razón, esta fiesta la verdad ha sido desastre, sabía que era una mala venir.
– ¿Y para que viniste? Preguntó curiosa.
– Porque Mar me lo pidió, es difícil decirle que no.
– Si bueno, creo que a los dos nos metió en esto Marizza, a mí ni si quiera me agradan los que están en la fiesta, nunca me agradaron los amiguitos de Pablo, la verdad ni si quiera con Pablo me llevo muy bien, y ni hablar de Fernanda, creo que con suerte tolero a Manuel y a Marizza. Suspiró Lujan.
Marcos rio al escucharla, se podría decir que Lujan era una chica bastante sincera, no tenía ningún pelo en la lengua para decir lo que pensaba.
– ¿Qué crees que estén haciendo ahora? Divagó.
– Marizza capaz este matando a las primas de Tomas. Lujan rio y Marcos rio junto a ella.
– Quizá Mia, está moliendo a golpes a Manuel. Esta vez Marcos soltó una carcajada, no pudo evitar reír al pensar en que una chica como Mia podía controlar tan bien a Manuel.
– Apuesto que Guido debe estar chamuyándose a una de las primas de Tomas. Hablo Lujan.
– Y Tomas y Pilar deben estar a los besos. Acotó Marcos. – Son re exagerados ¿No crees?
Lujan, solo respondió asintiendo con una sonrisa desinhibida.
Ambos se miraron un par de segundos y los dos sonrieron construyendo una cálida atmósfera.
Sin darse cuenta entre los dos se había creado un extraño y grato ambiente, algo extraño considerando lo mal que habían empezado las cosas entre ellos.
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❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo
Novela JuvenilYo estaba en un bucle lleno de sombras. Yo estaba muy feliz con mi vida perfecta. Hasta que llegó él a iluminarlo todo. Hasta que apareció ella a cambiarlo todo. Prohibida la copia parcial o completa de este contenido