❤Señales❤ (Rebelde Way) Haciendo

"Dos segundos" Capítulo 22

 – Pablo ¿Estas? Manuel toco la puerta de cuarto de Pablo dos veces, pero no había caso, nadie salía, espero un par de minutos y se dispuso a tocar nuevamente, hasta que por fin un adormilado Guido abrió la puerta.

– ¿Manuel que haces acá? Pregunto Guido en medio de un bostezo. – Es re temprano. Se quejo.

Manuel frunció el ceño, no era para nada temprano. – Son las 11 de mañana Guido. Le contestó. – ¿Esta Pablo? Pregunto dándole un vistazo a la habitación.

Guido se dio la vuelta para mirar su habitación y se dio cuenta que ninguno de sus dos amigos estaban en la habitación, ahora que lo pensaba bien, ni si quiera recordaba que Tomás hubiera llegado a dormir.

El sonido de unos pasos los hizo enfocar la vista en el pasillo, ambos se sorprendieron en cuanto vieron a Tomás caminando, se veía extremadamente adormilado, como si no hubiera dormido en toda la noche, además estaba usando la misma ropa del día anterior.

Si tenían alguna duda, ahora la podían responder.

"Tomas no había pasado la noche en su cuarto"

– Buenos días. Saludo Tomás con una sonrisa. – ¿Dónde estabas? Pregunto Guido.

– Por ahí. Respondió despreocupadamente, dejando a Manuel y a Guido aún más confundidos.

– ¿Sabes donde esta Pablo? Pregunto Manuel.

Tomás bostezo y luego se lanzo en su cama. – Si, creo que se iba a ver con la loca. Respondió mientras sentía que sus ojos se cerraban solos.

– Con Marizza. Lanzo un grito Manuel, que fue suficiente para que todo el sueño de Tomás se disipara.

– Este, no se iba a ver con esa loca, con otra loca. Tomas intento arreglar la cagada que se había mandado, pero sus intentos no estaban dando ningún resultado por que Manuel estaba totalmente desencajado.

– ¿Qué se supone que tiene que hacer Pablo con Marizza? ¿No me digas que se están peleando nuevamente? Indago Manuel.

Tomás se encogió de hombros, fingiendo que no sabía nada, estaba seguro de que Pablo lo iba a matar por abrir la boca de más.

– Bien, no digas nada. Refunfuñó Manuel, conocía tan bien a Tomás que sabía perfectamente que cuando se trataba de Pablo, Tomás no era capaz de traicionarlo, desde que los conoció los dos se cubrían las espaldas uno con otro.

Dejo con la palabra en la boca a Tomás y salió del pasillo con la intención de buscar a Pablo, quería hablar con él, había algo que estaba pasando entre él y Marizza que no lograba entender, pero necesitaba cerciorarse de que Pablo no estuviera molestando a Marizza.

Llego al patio y los encontró a ambos sentados en una de las bancas, tenían una especie de extraña conversación, se veían algo incomodos, se decidió a que lo mejor era permanecer ahí, tal vez así podrían enterarse de algo.

– ¿Manuel que haces? La voz de Mia lo hizo saltar del susto.

– ¡Ay! Mia ¿Qué haces? Me asustaste. Respondió Manuel a la defensiva.

– Eso fue lo que yo te pregunte. Respondió Mia, mientras llevaba sus manos a su cintura. Manuel trago saliva con dificultad e intento excusarse, pero Mia lo corto de golpe. – No, no me digas nada, no puedo creer que estés espiando a Marizza, te das cuenta lo que pasaría si se entera que lo que estás haciendo Manuel Aguirre. Lo reprendió.

Manuel exhalo exageradamente y luego bajo la mirada, sabía que lo estaba haciendo estaba mal, pero la curiosidad por saber lo que había pasado entre su mejor amiga y Pablo lo estaba carcomiendo por dentro, Marizza era como su hermanita, no toleraba la idea de que algo le estuviera ocurriendo.