Podría jurar que jamas en mi vida me imagine tener todo esto. Y pensar que gracias a una de las tantas fiestas de mi hermano es que todo esto pudo ser posible porque, si, debo admitir que sin la fiesta de Zeus jamas hubiera conocido a la diosa que se convertiría en mi esposa y en mi mas grande amor, sin esa fiesta jamas hubiera experimentado el amor verdadero, no un amor a base de sexo, sino uno puro y duradero que espero siga igual de fuerte durante toda la eternidad.
Ver a mi esposa entrar por la grieta que conecta a mi reino con el exterior me hace feliz, verla volver a mis brazos me emociona y ver como mis hijas corren a recibirla es mas que satisfactorio porque a pesar de tener a penas dos años, Melinoe corre tan rápido y tan equilibrado como lo haría una niña de cinco años.
-¿Me extrañaste?- Esa pregunta me irrita y ella lo sabe es por eso que lo pregunta, porque le gusta verme enfadado.
-Claro que te extrañe- La estrecho entre mis brazos mientras mis hijas abrazan cada una de sus piernas.
¿Que si la extrañe?, claro que la extrañe, como cada maldita vez que tiene que dejarme seis oscuros y fríos meses para pasar tiempo con su madre. Perse sigue igual de hermosa aunque ha cambiado en algunos aspectos, su belleza no es de una joven inocente, ahora su belleza es de una empoderada reina del Inframundo que tiene a sus pies a uno de los olímpicos, que tiene tres hijos hermosos y poderosos... En especial uno.
Al ver hacia un lado veo a mi hijo, con a penas cinco años ha demostrado poseer un poder increíble, algo sorprendente y preocupante a la vez. Zagreo con el pasar de los años y al ver que no seria el heredero al trono se volvió un ser de expresión neutral, carisma nulo y actitud fría, en resumidas cuentas se ha vuelto un maldito imbécil.
-Hola mi pequeño principe- Lo saluda Perse mientras se acerca pero él solo se aparta y hace un movimiento con la cabeza a manera de saludo.
"Un verdadero imbécil".
-Vamos al castillo, tengo mucho por contarte- Pido en un intento por calmar la tensión del ambiente pues Perse no es como yo. Ella no tolera la actitud de Zagreo, una vez lo abofeteo por insultarme y desde entonces su relación a tocado fondo, es el fracaso absoluto pero de alguna forma siguen hablándose lo mínimo.
-Si, vayamos rápido para que mamá descanse- Dice con emoción Melinoe mientras camina tomada de la mano por su madre.
-Si, quiero contarte todo lo que hice con mi amigo Thanatos- Agrega Macaria con alegría por lo que solo puedo fruncir el ceño y pensar que es normal que pasen tanto tiempo juntos.
En realidad no es normal, ¡joder!. Pasar seis horas con alguien a quien no le llegas ni a la cintura no es normal y menos cuando no es tu familia. El muy imbécil va a visitarla de siete de la mañana hasta la una o dos de la tarde, jugando, contándole historias o simplemente ayudándola a estudiar... Y aunque no me guste, tengo que soportarlo, Macaria necesita amigos y Melinoe solo se la pasa acosando a Hypnos cada que este llega hablar de algún asunto, por algún motivo estar cerca de mi pequeña lo pone intranquilo por lo que se esmera en evitarla.
-Thanatos me enseño una canción muy bonita el otro dia mientras esperaba a que me cepillara el cabello. Era asi, "flor que da fulgor, con tu brillo fiel, vuelve el tiempo atrás volviendo a lo que fue...
Zagreo quien esta cruzado de brazos se detiene antes de tomarme la mano para hacernos aparecer en el castillo. Su expresión indiferente no me deja saber que piensa pero basta con seguir la dirección de su mirada para obtener una pista.
-El abuelo no esta para recibir visitas- Suelto al ver que su mirada sigue clavada en la ruta que conduce al Tártaro.
-No pensaba visitarlo- Sin mas coloca su dedo índice sobre mi antebrazo para evitar el contacto o al menos el menos posible.
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UN AMOR GRIEGO
RomanceDime que no tenias hambre ese día. Dime que no es por lo que tienes que quedarte Convenceme de que tu quieres estar aquí; Que no es mi trato lo que te mantiene tan cerca. Tu me elegistes a mi. Tu me amas. No hay necesidad de hablar, yo se porque te...