Me termino de arreglar para reuinirme con mis hermanos para ver el asunto de Tifón y Apolo quienes no se han manifestado desde la fiesta.
-¡Quiero ir contigo!- Exige Persefone mientras me observa con enfado.
-Ya te dije que no- Replicó en un tono de voz que no admite discusión.
-Dijiste que siempre harías lo que yo quisiera, que yo podría hacer lo que quisiera...
-Pero no ahora- La interrumpo con enfado.
-¡Quiero salir de aquí, hace días que no salgo!- Gruñe mientras se cruza de brazos y se sienta en la cama dejando ver en su rostro una profunda desesperación.
-¡Ya te dije que no Persefone, no estoy de humor para tus juegos, entiende que Apolo y Tifón son un riesgo para ti!- La regaño mientras me siento en el sillón.
-¡Entiende que puedo defenderme sola, no necesito que vivas protegiendome todo el maldito tiempo!- Grita enfadada.
-¡Persefone ya basta, no acabes con mi paciencia!- Espeto con enfado mientras la observo con el ceño fruncido.
Ahora estamos pasando por una crisis que hace que ella se estrese y que yo me enfade, entiendo que quiera salir y que lleve encerrada aquí por varios días pero no permitiré que por uno de sus caprichos le hagan daño a ella o al bebé.
-Me voy a ir quieras o no- Agrega para luego salir de la habitación y yo la sigo.
Ella baja las escaleras hasta el primer piso y atraviesa el salón del trono, sale del castillo con paso firme pero se detiene en seco al no saber como regresar a la superficie pues siempre soy yo el que la hace aparecer aquí a excepción de la vez que las Furias la trajeron.
-Arriba, Persefone- Le aviso y ella levanta la mirada para ver la grieta por la que entro la cual esta sellada.
-Saldré de aquí y no volveré hasta que dejes de encerrarme- Amenaza mientras me observa con enfado.
-Empieza, ve, quiero ver que llegues hasta allá arriba, la única manera de llegar es volando y que yo sepa no tienes alas o en mi caso no sabes hacerte aparecer en otro lugar- Agrego mientras la observó con el ceño fruncido.
-Intentarlo no cuesta nada- Dice para luego encaminarse en el enorme valle solitario y lugubre que hay ante nosotros.
No me queda mas remedio que seguirla para que no se haga daño, pasamos el río gracias a que Caronte acepto ayudarla pero cuando estuvo del otro lado se dio cuenta que la grieta estaba mas lejos de lo que imaginaba.
-No seas necia y vuelve al castillo- Pido pero ella se niega testaruda y sigue caminando hasta que debido a la oscuridad cae por un acantilado pero no se hace daño ya que la recibí en el vacío justo antes de que tocara el suelo.
-No pienso volver.
Ella se aparta de mi y continua avanzando haciendo que su vestido blanco se ensucie en la parte inferior. Noto las miradas de varias almas al ver que estoy siguiendo a una chiquilla para asegurarme de su bienestar.
-Persefone, no tengo tiempo para seguir con tu berrinche- Digo mientras observo como trata de subirse a una roca pero fracasa.
-Vete a la mierda- Gruñe y con eso mi enojo crece.
"Hasta aquí".
Tomo a Persefone del brazo y la obligó a acercarse a mi a pesar de que ella se niega.
-Ya me harte de tu maldita actitud, hago esto por tu bienestar y por el de nuestro bebé, ¿esta bien que me trates de esa manera?, creo que no, escuchame bien, iremos al castillo y te quedaras allí en lo que yo vuelvo de la reunión- Digo con un tono de voz severo.
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UN AMOR GRIEGO
RomanceDime que no tenias hambre ese día. Dime que no es por lo que tienes que quedarte Convenceme de que tu quieres estar aquí; Que no es mi trato lo que te mantiene tan cerca. Tu me elegistes a mi. Tu me amas. No hay necesidad de hablar, yo se porque te...