UN AMOR GRIEGO

Cap extra

Zeus

Por fin llega la noche y con ella mi descanso de...bueno, no hago nada en realidad, solo escucho plegarias, concedo favores, envió uno que otro rayo a la tierra y pues me acuesto con alguna que otra mujer aunque esta noche no quiero saber de nadie que no sea mi hermosa Hera.

-¿Porque me miras asi pervertido?- Inquiere mientras me observa con una sonrisa.

-¿Sabes que desnuda te vez mucho mas hermosa?- Pregunto al tiempo que me levanto para ir hacia ella.

-Apuesto que es lo que le dices a todas con las que te acuestas- Gruñe y esto hace que me den mas ganas de tenerla

-No exageres- Digo para luego estrecharla entre mis brazos pero ella me aparta.

-Ni creas que voy a hacerlo ahora- Agrega mientras se gira para verse en el espejo y de inmediato frunce el ceño al ver las cicatrices de su vientre. -Son horribles- Dice algo entristecida.

-Son las mas hermosas cicatrices que he visto en mi vida- Digo al tiempo que la abrazo por detrás y beso su hombro.

-Gracias amorcito, tu también eres el hombre mas mujeriego que he visto en mi vida- Agrega de manera juguetona al tiempo que se gira y me abraza atrapando mi trasero.

-Cuidado Hera, la ultima vez me rasguñaste- Le advierto de manera seria al recordar que la ultima vez casi no podía sentarme debido al dolor.

-No seas tan lloron- Me regaña para luego apretar mi trasero haciendo que me excite.

-No quiero que me toques, fuiste muy clara, no quieres sexo pues no lo tendras- Protesto tratando de hacerme del rogar.

-Bien- Dice para luego encaminarse a la cama y acostarse bocabajo asi...desnuda.

Me quito el pantalón de la pijama junto con mi bóxer y me acuesto junto a ella, acaricio su espalda de manera suave mientras observo su firme trasero.

-Ni creas amigo- Dice para luego taparse con la sabana pero yo se la quito.

-Me creo todo lo que quiera- Digo mientras le sonrió de manera picara para luego empezar a darle castos besos en su espalda.

-Bien, tu ganas pero quiero que hagamos algo nuevo- Dice con una sonrisa maliciosa que hace que mi lado pervertido despierte.

-Mmmm Amorcito, me encanta cuando te pones maliciosa- Digo y ella me besa para luego ponerse en pie.

Hera camina hacia el armario y saca un par de esposas, ella camina hacia mi de manera seductora mientras sonríe de manera coqueta.

-¿Quien es tu chica rebelde?- Pregunta mientras esposa mis manos a la cama.

-Tu lo eres- Respondo tratando de no gemir al ver que acaricia mi miembro.

-¿Quien se ha portado mal?- Inquiere con malicia mientras esposa mis pies dejándome inmovilizado.

-Yo, me he portado muy mal- Agrego con la voz entrecortada.

-Que bien que lo sepas, buenas noches- Suelta para luego acostarse junto a mi.

-¡No mames Hera, no puedes dejarme asi!- La regaño al ver lo excitado que estoy.

-Cállate, quiero dormir- Dice sin siquiera mirarme.

-¡No sabes lo mucho que esto duele!- Protesto para que se apiade de mi pero lo único que consigo es que se ría.

-Lo se, se que te duele pero es divertido dejarte iniciado- Agrega de manera burlona mientras se sienta para verme con perversidad.