Apolo.
Recuerdo el día en que vi a Dafne sentada junto a un lago, con su piel desnuda y llena de tierra, con su cabello largo y enmarañado, con su cara llena de arañazos pero con una sonrisa plasmada en su rostro. Me pareció tan vulnerable, tan frágil como si ante el mas mínimo toque se fuera a romper en pedazos, asi fue como encontré a la que se convertiría en el amor de mi vida.
-Hola, ¿estas bien?- Pregunte y ella me miro sorprendida, pensé que se cubriría por sentirse avergonzada de estar tan expuesta pero no lo hizo, solo me observo por unos largos segundos para luego ampliar su sonrisa y hacerme una señal para que me sentara a su lado.
-Mira, ¿no es lindo?- Preguntó con una sonrisa mientras me enseñaba un gusano que se convertiría en una hermosa mariposa después de un tiempo pero en ese momento no, en ese momento solo era un gusano que se retorcía en su mano y que me producía asco.
Tuve que verla por unos momentos para encontrar alguna señal de que lo decía en broma pero no, su sonrisa era autentica, su mirada estaba llena de emoción y entonces comprendí de que lo que ella sentía era la autentica fascinación por ese gusano. Desde pequeño odio los gusanos y siempre que los veo se vienen a mi mente los recuerdos borrosos de gusanos dorados recorriendo mi pecho.
-Es hermoso- Respondí tratando de sonar sincero, con alguna otra persona hubiera dicho, "es el insecto mas asqueroso y grotesco que he visto" pero al ver lo ilusionada que estaba por mi respuesta no me atreví a decirle la verdad.
Su sonrisa la hacia ver increíble, como si su cuerpo desprendiera alegría y felicidad, una tan contagiosa que no pude evitar sonreír con timidez ante la extraña sensación de comodidad que sentía en ese momento.
-Disculpa por no contestar a tu pregunta, estoy bien es solo que las otras ninfas y yo no compartimos las mismas ideas- Explica mientras acaricia al gusano como si se tratara de la cosa mas hermosa del mundo.
-¿Ellas te golpearon?- Pregunte con preocupación mientras observaba los golpes en su cuerpo.
-Si.
Eso fue lo único que dijo además de que respondió como si no fuera la gran cosa, como si no le importara si le hacían daño, lo contesto de una manera tan desinteresada que de inmediato comprendí que sufría esos golpes a diario, no era que no le importaba solo que ya se había acostumbrado. Poco después de un rato en el que ella miraba al gusano con una sonrisa alegre mientras yo la observaba con preocupación empezó a llover, tan repentino fue que me asombro que semejante tormenta llegara asi sin previo aviso.
-Sera mejor que vuelvas a tu casa- Le dije mientras observaba fascinado como la lluvia fría caía como un torrencial aguacero y que el agua se deslizara por su cuerpo tornándose café por el lodo y la tierra que había en su piel.
No se porque pero me invadió el deseo de odiar mi existencia, estaba celoso de la lluvia, del agua que recorría su hermoso cuerpo que a pesar de no ser el mas hermoso o escultural de todos era para mi, el mas increíble que hubiera existido.
-Esta es mi casa- Respondió mientras levantaba la vista para verme y sonreía como si no estuviéramos en medio de la lluvia arrasadora.
-¿Que?.
Ella señalo una pequeña cueva que estaba del otro lado del lago y vi que ni siquiera era una cueva grande, solo tenia un metro de profundidad por lo que fácilmente se mojaría en la lluvia.
-¿No tienes a donde ir además de alli?.
Ella negó con la cabeza y decidí que no podría dejarla sola en medio de la lluvia por lo que me levante y le tendí mi mano regalándole una sonrisa.
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UN AMOR GRIEGO
RomanceDime que no tenias hambre ese día. Dime que no es por lo que tienes que quedarte Convenceme de que tu quieres estar aquí; Que no es mi trato lo que te mantiene tan cerca. Tu me elegistes a mi. Tu me amas. No hay necesidad de hablar, yo se porque te...