Cuidado con las escaleras

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Despierto al sentir como acarician suavemente mi mejilla, abro los ojos perezosamente y me encuentro con Hera quien me dedica una sonrisa, esta hermosa con su vestido blanco y su joyería con incrustaciones de diamantes, Zeus también viste de blanco seguramente a orden de su esposa, "son un matrimonio extraño", mi hermanito me observa desde la puerta de mi habitación con una sonrisa maliciosa que no me gusta nada.

-¿Que hacen aqui?- Pregunto mientras me incorporo.

Sinceramente ya no me sorprende quien entra o sale del Inframundo.

-Vinimos a invitarte al almuerzo familiar- Dice ella con una enorme sonrisa.

-No ire- Digo mientras me levanto y camino hacia el baño.

-No seas asi Aidoneo, todos los olímpicos estaremos allí- Replica Hera con enfado llevandose las manos a la cintura.

-¿Todos?, ¿Hestía también asistira?- Inquiero algo curioso y ella asiente.

No había visto a mi hermana Hestia en muchos siglos, después de la titanomaquia y la repartición de la tierra, Hestia se enfado tanto por no tener parte en el reparto que se fue y corto cualquier comunicación con nosotros en especial conmigo.

-No creo que quiera verme- Agrego mientras me observo al espejo del baño y tanto Hera como Zeus ingresan a lo que llamaría, "mi lugar privado", bueno, solo cuando estoy a punto de desnudarme para bañarme.

-No seas infantil Aidoneo, ella quiere volver a relacionarse con nosotros y tu quieres arruinarlo- Gruñe mientras frunce el ceño mostrando su enfado.

-Primero, no hagas esos gestos que te van a salir arrugas- Digo tocando su ceño fruncido con mi dedo índice haciendo que se sonroje. -Segundo, ella quiere relacionarse con ustedes no conmigo asi que no voy a ir además tengo que trabajar en la seguridad de mi reino- Explico y ella sale del baño para arrojarse a la cama con frustración dejándome solo con Zeus.

-Me encanta verla asi de enfadada, se ve tan tierna- Agrega Zeus mientras observa a su esposa con una ridícula sonrisa de enamorado aunque también me gusta ver cuando Persefone se enfada, me parece tierna además de sexy cuando se enfurece pero también me produce algo de miedo. -Hera tiene razón debes ir- Agrega Zeus apoyando su antebrazo en mi hombro como él que más.

-No voy a...

-Antes de que digas que no,  te mensionare, que Demeter es una olímpica asi que asistirá al almuerzo y por tanto Persefone tambien- Agrega con una sonrisa sínica.

"Bien jugado".

-Pero también ira el estúpido de tu hijo- Replico y él asiente mientras piensa en otra manera de convencerme.

-Si, ¿no iras solo porque Apolo va a estar alli?, jamas imagine que tú, Hades, Dios del Inframundo y de las riquezas, el mayor de los varones olímpicos, el Invisible tuviera miedo a ser opacado por el dios del sol- Agrega esto último en tono burlón.

-¡Ja!, ¿yo ser opacado por tu estúpido pedazo de hijo?, eso si que me divirtió- Espeto mientras salgo del baño y tomo a Hera del brazo para ponerla en pie. -Tu ganas hermanita, iré al dichoso almuerzo con una condición, me vas a ayudar a buscar el mejor traje que tenga en ese armario mientras me ducho- Propongo y ella asiente feliz pues jamas le había pedido ayuda en cuanto a que ropa debería usar.

Al terminar de ducharme me visto...¡en el maldito baño!, pues Hera y Zeus se negaban a dejar mi habitación. La verdad es que la ropa que Hera eligió para mi me gusta, un pantalón blanco y una camisa de botones negra, por lo general los colores son al contrario pero no me quejo. Llegamos al olimpo y veo a Demeter hablando con Apolo mientras Persefone se entretiene hablando con Hebe todos en un sofá amplio y elegante al cual apenas y le cabe otra persona.

UN AMOR GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora