UN AMOR GRIEGO

Una boda, un amigo

Han pasado varios días desde que tuve la pelea con Apolo y ahora me ha llegado la invitación de la dichosa boda.

-¿Vas a ir?- Pregunta Hecate mientras pone algunos papeles sobre mi escritorio.

-No quiero ir pero si no lo hago pensaran que sigo dolido- Explico mientras revisó los papeles.

-Sigues dolido- Me recuerda y no logro evitar soltar un suspiro.

-No se que hacer- Confieso mientras dejo que el cansancio se apodere de mi.

-No te separes de ella, deberías ser su amigo asi sentirá que la apoyas- Me aconseja y yo la observo con algo de enfado.

-¿Su amigo?, a penas soporto tenerla lejos, a penas soporto que este con otro pero lo que no soportaría es tenerla cerca y no poder hacer nada- Agrego exasperado.

-Solo imaginalo, ella esta triste porque su matrimonio es una mierda y allí estas tu, su confidente, su amigo, su ex que de por si es mas guapo que su esposo- Me susurra al oído y siento como la tentación poco a poco se apodera de mi.

-Supongo que tienes razón. Iré a arreglarme, la boda es esta noche en cuanto el sol se oculte asi que no tengo mucho tiempo- Digo mientras me levanto pero ella me detiene.

-¿Que les daras?- Inquiere mientras me observa curiosa.

-A Apolo la putiza de su vida y a Persefone mi amistad sincera- Respondo con una leve sonrisa.

-Buen chico- Agrega mientras me revuelve el cabello.

Llego a casa y lo primero que hago es buscar trajes pero no encuentro ninguno para la ocasión pues todos mis trajes de parecen, al final opto por usar una camisa de botones blanca y un pantalón de mezclilla negro. Se supone que todas las bodas se celebran en el templo de Zeus pero Apolo quiso que fuera en el Olimpo ya que es allí donde los grandes dioses se casan y su padre como regalo le cumplió el capricho. Llego a la aclamada fiesta y no he terminado de bajarme del carro cuando...

-Hola hermano- Me saluda Poseidon quien viste muy formal.

-Hola Poseidon, ¿donde esta Zeus?- Pregunto mientras paseo mi mirada por el lugar que se encuentra atestado de invitados.

-Esta adentro, en su oficina- Responde mientras desvía su mirada hacia la mesa de bocadillos.

-Ve y come, yo voy a ir a buscar a nuestro lujurioso hermano- Digo y él asiente con una sonrisa.

Al entrar a la casa de Zeus, veo que los invitados están a no poder mas, son tantos que me hacen sentir incomodo además de que todos visten elegantes mientras yo traigo un aspecto casual. Por fin encuentro la oficina de Zeus y entro antes de que alguno de los presentes se le de por entablar una conversación conmigo.

-Zeus- Lo llamo y este asoma su cabeza por encima del sofá el cual me da la espalda y por tanto no puedo ver lo que hay en el.

-Hola hermano- Dice mientras se levanta un poco y logro ver que no tiene su camisa.

-¡¿Otra vez le estas siendo infiel a Hera?!- Pregunto con enfado.

Una cosa es que se vaya a follar a sus amantes en algún otro lugar pero este es el hogar de Hera y debe respetarlo si o si.

-Tranquilo Aidoneo, no pasa nada- Dice Hera apartando a Zeus pues este estaba encima de ella.

Los dos se levantan y veo que se encuentran desnudos. Hera tiene unas perfectas curvas, unos senos hermosos y firmes, un vientre plano, unas caderas exquisitas y Zeus...

-¡Mierda, Zeus cubrete!- Grito mientras le lanzo un cojín.

-Vamos, ¿nunca viste a un hombre desnudo?- Inquiere entre risas.