Indiferencia

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Persefone.
Despierto en medio de la noche y veo a Tifón dormir plácidamente en el suelo mientras Apolo esta en un sueño profundo en la cama.

"Es mi oportunidad".

Me levanto con toda la cautela posible pero me paralizo al ver que Apolo se mueve ligeramente para luego seguir durmiendo. Camino por el sendero y casi como si estuviera en otra dimensión vuelvo a ver el exterior, a mi alrededor solo hay un inmenso bosque pero la luna ilumina perfectamente la tierra.

Después de caminar casi por una hora sin rumbo fijo me doy cuenta de que no ha sido un plan muy bueno, no se a donde ir, no se donde estoy, lo único que se es que quiero alejarme de todo y de todos.

"Mierda".

La lluvia cae tan repentinamente y de manera tan torrencial que no me da tiempo a buscar un refugió por lo que me apresuro a buscar un lugar seco y en mi afán caigo al suelo húmedo, fangoso y frío.

-Si le haces algo al bebé no te lo perdonare- Dicen y de inmediato me levanto para buscar de donde viene la voz.

Debido a el cielo nublado la iluminación se volvió casi neutral por lo que es muy difícil ver lo que hay a mi alrededor hasta que siento que unas grandes y frias manos me toman de los brazos y de repente estoy en un lugar familiar.

-Mi...mi habitación del Inframundo- Susurro mientras recorro el lugar con la mirada.

Esta completamente destrozado, las paredes están rotas y las plantas que habían allí están muertas además de que la cama esta volcada contra la pared.

-Fue difícil encontrarte- Dice una voz fría y severa.

-Ha...Hades- Balbuceo ante la sorpresa de verlo en ese estado.

Su piel es la misma que asemeja el cielo nocturno, su cabello de alguna forma levita en el aire, su ropa es la tradicional túnica griega y su mirada...solo refleja desprecio y enfado mientras sus puños se mantienen apretados.

-¿Que te sucedio?- Pregunto pero él me ignora para luego dirigirse hacia la cama y acomodarla a su debida posición.

-Sientate- Ordena y un escalofrío recorre mi cuerpo al oír esa voz tan carente de amor.

-No...no, tu estabas con...

Antes de poder decir algo mas él me toma del brazo con fuerza y me obliga a sentarme en la cama. De manera sorpresiva él me quita el pantalón de pijama que Tifón me presto, Hades observa mi rodilla la cual se ha raspado en el momento en que caí al suelo.

-Ve a bañarte- Ordena y al ver su expresión asesina decido no hacerlo enojar.

Tomo una ducha caliente ya que mi cuerpo tiembla de frío pero la doy por terminada ante las constantes protestas del que pareciera mi esposo pero sin serlo realmente, me envuelvo en una toalla y regreso rápidamente a la habitación la cual se siente mucho mas fria.

-Hades...necesito hablar contigo sobre...

-Sientate- Dice con el mismo tono de voz que hace que le tema.

Me siento en la cama y él se arrodilla ante mi al tiempo que toma mi tobillo de manera delicada para luego poner un paño en la herida de mi rodilla.

-Quiero hablar contigo- Digo mientras lo observo pero él no parece prestarme atencion, lo único que hace es seguir limpiando la herida. -¡Hades necesito hablar contigo!- Digo desesperada y él por fin dirige su mirada a la mia.

-Yo no quiero hablar contigo- Agrega al tiempo que se levanta y empieza a dirigirse a la puerta pero antes de que logre salir lo tomo del brazo.

-Hades, escuchame, no se que paso, no se porque estas asi, lo único que sé es que este no es el dios amoroso, atento, educado, buen amante y alegre del que me enamore, este no es el hombre con el que deci casarme- Digo sin dejar de atrapar su brazo mientras siento un nudo en la garganta.

UN AMOR GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora