[30] Retorno al caos

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[Vlots Black]

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[Vlots Black]

Retorno al caos.

La parte más difícil de volver a mi casa quizás fue el reencuentro con mi familia.

Mis hermanos habían salido corriendo por las puertas principales de la casa bajo la atenta mirada de Kendrick, agitando sus bonitos rizos pelirrojos sólo para abrazarme. Sentí mucho alivio al descubrir que ellos me habían extrañado y que no todo estaba tan destruido después de todo.

—¡Volviste, hermanita, volviste! —Eso exclama Adair mientras me abraza con fuerza de la cintura, escondiendo su cara en mi abdomen.

Él era quien más apego tenía conmigo y extrañaba mucho escuchar que de sus pequeños labios se escapara la palabra hermanita; él siempre me llamaba de ese modo.

—Te extrañé mucho, Vlots —Alec, por el contrario, era más serio y antipático. Que dijera eso fue un logro del Padre Celestial—. Queríamos ir por ti, pero prohibieron la salida del pueblo. Luego Evaleen se fue a Irlanda y Drox venía aquí casi todos los días a hablar con mamá para que te dejara volver.

Sólo pude fruncir el ceño devolviéndoles el abrazo.

¿Por qué tenían que mencionar a Drox?

¿Qué significa que haya venido?

—Yo también los extrañé —Fue todo lo que dije con un nudo en la garganta. Sí quería que me hablaran más de Drox, pero eso ya no tenía sentido, ya habían mandado incluso las invitaciones de su boda—. Me he perdido de mucho...

Mis ojos caen en la casa de los Boyter. Parecía estar más lúgubre que nunca, peor de como la había dejado. Las ventanas blancas, cerradas, están cubiertas por la oscura sombra de los árboles y la hierba del jardín está totalmente descuidada, como si ahí no hubiera vivido nadie durante meses, no había señales de Copito por ningún lado y la pintura gris de las paredes se estaba cayendo, dejando a la vista el concreto de algunas partes del muro.

—Ni tanto —responde Kendrick por mis hermanos—. ¿No hay abrazos para mí?

Al escuchar su pregunta Adair comienza a brincar tarareando esa canción que había inventado para los dos el día que me había propuesto matrimonio.

—¡Vlots y Kendrick! ¡Vlots y Kendrick! ¡Vlots y Kendrick!

—¡Iré a decirle a mamá y al abuelo que llegaste! —exclama Alec entrando en la casa seguido al instante por el otro pelirrojo.

Le sonrío a Kendrick caminando hasta él dejando que me envuelva con sus reconfortantes brazos y se sintió tan bien la caricia correspondida que introduje mi cara en su pecho dejando que su fresco aroma me llenara el alma. Necesitaba de los brazos de un hombre, no importaba quien fuera, sin duda hubiera preferido a Drox, pero él ya no era una opción así que me conformé.

El miedo de Drox © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora