[Vlots Black]
Las rosas son de Vlots, los jazmines son de Aeveen.
Todos tenemos un momento de colisión que nos marca de por vida.
El mío pudo haber sido aquella horrible noche en el bosque congelado, ese momento en que había creído —con el dolor de mi alma—, que habían muerto mis hermanos. Cuando con certeza los había visto arder frente a mis ojos, mientras yo permanecía tirada sobre el suelo nevado —helándome bañada en sangre—.
Sin embargo; ese solo había sido el principio.
También pudo haber sido aquella extraña boda de la que acababa de salir. Tan insólita que había cadáveres tendidos en el santuario y un incendio provocado —quien sabe por quién—, que había intentado arrasar con nuestras vidas.
Pese a, no había sido ninguno de esos sucesos.
Mi momento de impacto fue cambiado por uno que me decía claramente: "Muérete y vete al infierno, Vlots".
La forma tan cruda en la que salía la sangre de sus cuerpos me lo confirmaba. Ambos desesperados, buscando el origen principal de su desgracia.
Mis ojos se iban de Amabel y Drox a Duncan.
Dios mío, él estaba muerto.
Los huesos frontales y traseros de su cráneo habían sido perforados de forma cruel por el implacable filo de una flecha que lo atravesaba.
Jamás creí ver algo así.
¿Era eso acaso lo que le había ocurrido a Brianna en el pecho? No quería creerlo.
¿Y ella dónde estaba?
¿No se había ido con él y Rory?
¿Dónde estaban todos?
¿Por qué de pronto estábamos solos en el bosque congelado?
Solos los tres.
Eso era lo único que pensaba mientras veía a Amabel y a su sobrino desangrarse sobre la nieve, es una escena tan perturbadora.
Mi trasero se encuentra aplastado sobre la fría escarcha, igual que mis manos. Hacía largo rato que mis extremidades comenzaban a tensarse. Si no salíamos del bosque —juntos y en pocos minutos—, estaría sola a pocos metros de un incendio, corriendo el riesgo de que cualquiera de la SBCC me encontrase para culminar lo que durante tanto tiempo habían esperado y con tres cadáveres a mi alrededor. Lo peor, uno de ellos es el muchacho que tanto amo.
Este ritual estaba hecho únicamente para poner línea final a la vida del señor Boyter y a todo el que se cruzase en el medio como sacrificio. Me di cuenta de ello cuando vi que lo arrastraron con ímpetu por la alfombra blanca, desnudo, manchándola de su inmoral sangre y de fango. Ella había esperado tantos años para hacer algo tan cruel.
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El miedo de Drox © [✔]
Teen FictionEn las sombrías calles de Dunkeld, un tranquilo pueblo donde las sombras esconden secretos y sus habitantes se aferran a la ilusión de la perfección, Vlots decide desafiar las implacables reglas y las rígidas costumbres religiosas que gobiernan cada...