[43] Mentalmente estable

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[Drox Bowers]

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[Drox Bowers]

Mentalmente estable.

Cuando la cabellera pelirroja y tejida de forma descuidada de Vlots asoma por la puerta principal no puedo evitar sentirme culpable...

Le estoy ocultando tantas cosas.

No obstante, en lugar de demostrárselo la miro con una ceja elevada adoptando mi típica posición serena, pues su bonito rostro luce extrañamente serio.

—¿Qué pasa, Corderito? —La molesto con sutileza—. ¿No le das un beso a tu príncipe del bosque?

Ella entra cerrando la puerta blanca, encerrándonos en la comodidad que nos ofrece la soledad y tras chasquear su lengua con notario disgusto camina hasta mí.

—Príncipe —repite con una burla molesta, sentándose a una distancia prudente, en la silla frente a la cama—. De príncipe no tienes nada. Eres algo así como una puta salamandra ponzoñosa del monte.

La miro con los labios entreabiertos, fingiendo molestia.

—Qué agresividad —me defiendo—. Cada día me pareces más lobo que cordero. Dios mío. ¿Qué mal yo hice para que me trates así?

Ella frunce los labios y entrecierra los ojos.

—Me sigues ocultando cosas —murmura—. Creí que confiabas en mí.

Eso consigue que me ponga serio.

Me duele un poco el costado, así que no estoy de buen humor. Quizás mi mal talante se había disimulado únicamente porque se trataba de ella. Era como si de repente se hubieran bloqueado los efectos de una anestesia que nunca me pusieron, obligándome a sentir las molestias que tenía reprimidas.

—Una cosa no tiene que ver con la otra —Es lo único que digo.

Ella cruza los brazos.

—¿Es todo lo que piensas decir, Drox? —Me mira molesta—. ¿No piensas decirme qué es lo que me ocultas ni pedirme disculpas?

La miro divertido.

¿Pedirle disculpas?

—No andes jodiendo.

—¿Por qué me hablas así? —Frunce el ceño—. Creí que ya habíamos pasado de eso.

Cuando la escucho decirlo siento que sus palabras me hacen liberar la tensión que había adoptado y no puedo evitar mirarla de soslayo, suspirando.

Yo no quiero hablarle mal, no obstante, tampoco puedo contarle todo lo que sé, por eso me había puesto a la defensiva. Ella se vuelve muy intensa cuando quiere saber algo.

¿Cómo voy a decirle que Bárbara es su tía? Es incontenible. Contarle sería darle permiso de hacer alguna locura y mi única intención es protegerla, más ahora que sé que el problema con mis sueños no soy yo, yo estoy estable, o al menos dentro de lo que cabe, me siento con la obligación de hacerlo.

El miedo de Drox © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora