[Vlots Black]
Looren Teybor (L.B). Fundadora de la SBCC.
No sé cuánto tiempo ha pasado cuando comienzo a recuperar la consciencia.
Sin embargo, tengo miedo de que al abrir mis ojos mis manos se encuentren nuevamente encadenadas con brusquedad al techo de algún horrible lugar.
No estuvo muy lejos de la realidad.
Otra vez sentía ese horrible olor a putrefacción, en mis fosas nasales, o tal vez era a muerte. Todo olía bastante mal, como si estuviera encerrada en una tumba.
Mi cara se encuentra apoyada contra la tierra fría del suelo y un grillete se cierra en mi tobillo derecho. Aún no lo había visto, pero sentía el metal frío apretado dolorosamente a mi tobillo, como si fuera una mascota, solo lo percibía aterrorizante porque ni siquiera me había movido. Escucho un correteo inquietante por las sombrías orillas de la habitación, anunciándome la presencia de ratas y al instante con la mirada busco a Elliot.
Aeveen había dicho que él estaba con las ratas.
No.
Estoy sola.
Acompañada únicamente por roedores. El mal olor a pipí y defecación es palpable en el ambiente. Asqueroso y picante en mi nariz. Tuerzo un gesto, asqueada.
Parece una cueva.
El techo también es de tierra y hay una minúscula ventana en la esquina izquierda por la que se cuela un debilísimo hilo de luz que no es suficiente ni para que distinga mis propias manos. Al ver el cristal empañado creo que se debe a la lluvia, no obstante, cuando siento el frío que me estremece me doy cuenta de que se trata de nieve. Como siempre, Drox había tenido razón.
Siento mi pecho caliente y tiemblo aterrorizada.
Me había visto con mi hermana.
Dios, luego de dos años había vuelto a ver a Aeveen.
Después de haber asistido a su funeral, ver cómo echaban tierra oscura sobre su ataúd y las rosas, de llorarla durante meses en la que siempre había sido su habitación y sentirme culpable cada día por no haber podido ayudarla a sobrevivir. ¿No era eso demasiado cruel?
Me remuevo sobre la tierra, tratando se acomodarme, era imposible hacerlo sabiendo que a pocos metros de mi había un criadero de ratas.
-Vlots...
Esa voz.
Mi corazón se estremece.
Siento mi piel erizarse.
Acto seguido estoy vibrando, mi cuerpo. No sé si es por el frío, el asombro o el miedo.
Me sigo arrastrando por el suelo hasta quedar pegada de la pared de tierra. Siento como los pequeños granitos de arena se clavan en mi piel y no puedo ver nada.
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El miedo de Drox © [✔]
Teen FictionEn las sombrías calles de Dunkeld, un tranquilo pueblo donde las sombras esconden secretos y sus habitantes se aferran a la ilusión de la perfección, Vlots decide desafiar las implacables reglas y las rígidas costumbres religiosas que gobiernan cada...