El miedo de Drox © [✔]

[14] Esto no es sentir

[Drox Bowers]

Si esto no es sentir, ¿Por qué mi corazón late tan fuerte?

Cruzado de brazos permanecí en silencio.

Esperé que las palabras escaparan de su boca para destruirme, porque muy en el fondo de mi alma era consciente de que ella terminaría destrozándome, porque eso es lo que hacen las chicas como ella, ¿No es así?

Te transmiten esa nociva percepción de impaciencia en la parte superior de tu cuerpo, palpitando justo en el pecho, cuando lo que menos quieres es una debilidad humana.

Te ofrecen la oportunidad de reinventarte cuando tú mismo crees que eres un caso perdido y son capaces de cruzar el contraproducente camino contigo de ser necesario.

Creen en ti cuando incluso tú te has perdido la confianza.

¿No es eso muy tonto?

Había escapado, me había ido porque no quería darle ese poder sobre mi abatido espíritu, porque las heridas aun no cesan y porque hay cosas que aún no nos atrevemos a compartir.

Vlots y yo sabemos y hemos vivido cosas tan horribles que si de algún modo consiguiesen adherirse podrían detonar las mil granadas que nos persiguen.

Y no solo hablo de demonios y maldiciones.

La irritante voz del chico que intenta conquistarla de espaldas a mí vuelve a traerme a la realidad, pero aun teniéndole frente a ella sus ojos azules cargados de emoción y confusión no se apartan de los míos, como si esperase que yo interviniese.

«Me conoce, sabe que no lo haré».

Elevo ambas cejas divertido volviéndole a sonreír con insistencia.

«Vamos, destrúyeme...».

¿No es esa tu misión?

Parece estar en una encrucijada, pues su mente está al tanto de que sus próximas palabras podrían ser la decisión que tome entre dos personas: él y yo.

Miro hacia la ventana sin luces que hay en el segundo piso antes de girar a la suya.

Siendo honesto entendería de mil formas distintas que lo eligiera a él.

Lo comprendería tan bien que podría incluso llegar a aceptarlo.

Solo una tonta preferiría a un chico que solo está a su lado para amenazarla, en quien no puede confiar, pero con quien no tiene más opciones. Uno que es pausadamente consumido por errores que cometió sin pensar y que paga con sangre día a día como consecuencia de la injusta vida.

Uno que ha perdido tantas cosas que llega a ser asfixiante.

Uno que en ningún caso ha sido considerado como primera opción por nadie.