[CapituloCuarentaYTres]

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[ R I C H A R D ]

¿Esta "mujer" en verdad era mi hija? ¿Esta persona con cabello distinto, de aspecto furioso hacia mi, era mi hija? Habían sido solo meses de no verla pero parecían años. Su rostro estaba marcado por la furia, tenia el cuerpo de una mujer y no de una niña de diecisiete años, su cabello estaba muy corto, trasquilado y negro.

El corazón me latió con fuerza, después de todo lo que había hecho de verdad la creí por muerta porque yo sabia todo lo que yo había hecho y estaba seguro de que quien se la hubiese llevado no la dejaría con vida. Pero en la puerta estaba la respuesta.

-Rubén, no puedo pagarte esa cantidad de dinero -le dije después de haber cerrado el trato.

Apenas empezaba mi campaña política y había hecho varios negocios con ese chico para poder ganar, negocios torcidos de los cuales yo no había podido pagar la cantidad que me pedía.

-Ese no es mi problema, Richard -dijo Rubén con seriedad. Me sorprendía que un chico tan joven estuviera en esta clase de vida -, me puedes pagar con otras cosas.

-¿Como cuales?

-Tu hija.

-¡¿Que?! -me escandalice -. Mi hija, no. ¿Para que puede servir mi hija?

-Me gusta -se encogió en hombros -pero puedo hacer negocios con ella, nada que tenga que importarte.

-¡Por su puesto que me importa, es mi hija!

-Escucha Richard, se que no solo has hecho negocios conmigo, tambien con muchas otras personas peligrosas. Esa chiquilla que tienes por hija es carnada, si no me la llevo yo, se la llevara alguien mas y quien sabe que cosas atroces pueden hacerle.

-¡Ni loco te dejo que te lleves a mi hija!

Desde ese momento supe que Rubén estaba interesado en Jane, pero creí que era netamente por negocios, jamás pensé que Rubén sintiera algo por ella, se veía un hombre muy serio con sus cosas. ¿Qué habrá pasado?

Mi hija se acerca con cautela a mi, en sus ojos ya no veo la inocencia de antes y no me imagino las cosas por las que tuvo que pasar por mi culpa. Me levanto con el corazón en la mano pero Rubén saca su arma y me apunta en la cabeza tambien acercándose.

-Siéntese, señor presidente -me dice.

Vuelvo a mi silla con cuidado sin dejar de mirar el cañón. Bajo de la mesa oprimo un botón de pánico para que mis guardas se acerque.

-Y deje de estar oprimiendo ese jodido botón porque ya me esta dando jaqueca -me advierte y tengo que dejar de oprimirlo porque tiene el cañón pegado a mi cabeza desde atrás.

-Hija ¿que...? -tartamudeo.

-No me llame asi, señor Winston -dice ella con severidad -. Yo deje de ser su hija desde el momento en que me mintió, desde el momento en el que usted empezó a hacer esa clase de negocios poniendo e riesgo mi vida y la de mi madre.

-Jane, de verdad lamento todo lo que sucedió -lloro.

-Yo tambien, pero ha de agradecerle a Rubén por mantenerme con vida aunque en un principio casi me asesina -sonríe. Una sonrisa malvada.

-Jane, yo jamás planee que te llevaran, fue un negocio que no pude pagar y ellos... ellos tomaron lo que quisieron.

-¿Entonces por qué no reforzaste mi seguridad? -se acerca a mi y hace girar mi asiento, Rubén esta plantado detrás de mi -. ¿Sabes que? eso no importa ahora, gracias a todo lo que me paso me he dado cuenta de que soy mas fuerte que todo esto... Solo quiero saber una cosa ¿mamá sabia de esto?

Me quedo callado.

-Conteste -me golpea Rubén con el arma.

-Si... -digo.

-¿Qué tanto? -Jane se agacha a mi altura para mirarme a los ojos. Los suyos son una total oscuridad, hasta siento miedo.

-Ella... -suspiro. No quiero que mi esposa pase por ver a su hija de este modo -, ella fue quien me sugirió que hiciera el negocio de dejar que te llevaran -Jane arruga las cejas consternada -. Ella y yo queríamos estar bien con esto de la presidencia y decía que no le importaba pasar por encima de quien fuera para lograrlo.

-Mientes -dijo.

-No lo hago, Jane.

Ella se endereza y mira a su acompañante con tristeza, no se que cara hace este pero Jane llora por unos segundos. Estoy expectante, no se como pueda acabar todo esto y siento miedo de mi propia hija, pero yo fui quien la convirtió en esto, fue mi culpa y la de mi esposa.

Jane vuelve a mi con algo en su mano derecha, es un cuchillo grande que al verlo me hace tensar. Ella se acerca y sus ojos me miran de nuevo fijamente, tiene lagrimas acumuladas.

-¿Asi que tu y mamá sabían todo y me lo ocultaron todo este tiempo?

No contesto nada, la respuesta es obvia. Con una cara tan neutra, Jane levanta el cuchillo y lo entierra en mi pierna izquierda haciéndome chillar de dolor. No alcanzo a gritar porque la mano de Rubén me tapa la boca, Jane deja el cuchillo allí y me mira aun neutra. Me sofoca tanto dolor.

-¿Duele? -dice ella, no contesto -. ¿Si? Bueno, pues algo asi y mas fue lo que yo sentí durante todo este tiempo... -toma el cuchillo por el mango y lo saca con rapidez haciéndome chillar en la mano de Rubén -. Me secuestraron -vuelve a clavarlo y sacarlo -, me torturaron -repite -, me violaron -vuelve a hacer lo mismo con cada cosa -, me llevaron por todo el continente hasta Japón para prostituirme, me drogaron, no se cuentas veces mas me violaron, me dispararon... ¡¿DUELE?! ¡VERDAD QUE DUELE! Y TODO PORQUE UN PAR DE IMBECILES ME OCULTARON TODO...

No puedo mas del dolor, estoy chillando y creo que voy a desmayarme en cualquier momento. Mi hija, la persona a la que debía proteger ha pasado por todas esas cosas por mi culpa, se ha convertido en un monstruo y no la culpo. Ella llora tan amargamente como yo.

Saca el cuchillo ensangrentado de mi pierna y lo mira con extraña fascinación.

-Se puede decir ahora que esta sangre se ha derramado muchas veces gracias a mi -dice -, a todo lo que he pasado, pero ¿sabes papá? -susurra -. Te agradezco la oportunidad de liberarme. Buen viaje, señor presidente.

El cuchillo se clava directo a mi pecho, Jane me besa la frente y lo ultimo que escucho son los guardias tumbando la puerta.

Cautiverio [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora