[CapítuloQuince]

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[ J A N E ]

Abraham conducía peor que Rubén, parecia un loco al volante o tal vez era por que quería alejarse de ese lugar lo mas pronto posible. De todos los cuatro en el auto, el que mas estaba golpeado era Rubén, tenia un labio partido y una ceja, su ojo derecho se estaba poniendo de verde a morado al pasar de los minutos y sus manos parecían magulladas por los golpes. Quería saber que había pasado para que nos detuvieran así a la madrugada pero preguntarle a Rubén implicaría que yo también tuviera que contarle lo que había pasado cuando esos tipos se encerraron conmigo.

- Que hermosa eres, parece que Richard tiene una heredera digna de una porta de revista... - me dijo el tipo.

Eran tres, el mas grande y otros dos que lo acompañaban que parecían ser sus socios. Los tres se acercaron a mi con cara de estar viendo un bocadillo en bandeja y me tope desgraciadamente con una fría pared de cemento.

- Me gustaría ser el primero, el primero que logre tocarte como nadie mas lo ha hecho - dijo con una voz que me hizo dar arcadas. Era asqueroso, sudoroso y se relamia los labios.

Se acerco de repente y trato de besarme. Me tumbo al suelo y sus asquerosas manos recorrieron mi cuerpo, mis senos, mis piernas y cuando poso su mano en mi zona intima reaccione dándole un rodillazo en la entrepierna.

Se quejo y se alejo pero no paso mucho para que volviera a tumbarme y tomara mis muñecas por encima de mi cabeza

- ¡Eso lo vas a pagar caro, maldita perra! - grito escupiendome la cara.

Se desabrocho el pantalón o eso escuche y comencé a gritar y patalear para sacarme de su agarre pero fue inútil, me gritaba porquerías y le decía a los dos que lo acompañaban que después de él seguirían ellos.

Cautiverio [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora