[CapítuloOnce]

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[ J A N E ]

Ahora que sabia todos los planes que tenia Rubén conmigo, me hallaba sorprendentemente tranquila, tal vez por que en el interior guardaba la esperanza de que ni siquiera podríamos cruzar la frontera antes de que mi padre me encontrara. Odiaba ver las noticias por que siempre salía mi padre hablando de mi y eso me hacia llorar, pero esta vez me permití hacerlo.

Después de que Rubén saliera sin decir a donde, yo me quede en la habitación comiendo mis chocolates y fumando otro cigarrillo, hasta que luego de una media hora, la puerta golpeo, juraba que era Rubén pero se trataba de Rose. Suponía que después de haberle salvado la vida, me dejaría en paz pero se mostro muy descontenta cuando fui yo quien la recibió.

- ¿Dónde esta Rubén? - pregunto de mala gana.

- No lo se, salió sin decir nada...

Ella asintió como asimilando la situación y de un momento sonrió, o hizo algo parecido a una sonrisa.

- Compre una pizza para que la compartiéramos Mangel, Cheeto, tu yo ¿quieres?

No sabia si fiarme de esta chica después de todo lo que paso, asi que cuando intento tomar mi mano la mire con desconfianza. Ella volvió a hacer la mueca parecida a una sonrisa, de verdad era horrible esta chica.

- Vamos - dijo -, te lo debo después de haberme salvado con Rubén...

- No lo se. No creo que deba salir de aquí...

- Le diré a Rubén que estas conmigo. No pasara nada.

Suspire y me zafe de su agarre. Accedí a ir con ella pero con la condición de que no me agarrara de la mano (me hacia sentir incomoda) y que volvería pronto a mi habitación para que ella no se ganara otro regaño por parte de Rubén, además tampoco me apetecía pelear con el.

La seguí a su habitación y me dejo pasar primero. Dios, no hizo falta sino que cerrara la puerta para golpearme, no había pizza, no había nada, solo se acerco con un objeto pesado y me golpeo la espalda, caí hacia adelante. No podía creer que había estado dispuesta a confiar en ella.

Cuando me di la vuelta en el suelo, ella no dijo nada pero tenia la misma cara que la del bosque, eso significaba que iba a asesinarme, y sin Rubén en su camino le seria aun mas sencillo. Que ingenua había sido yo.

- Rose, recuerda lo que te dijo Rubén, va a asesinarte si se da cuenta de esto... - dije, aun sin fuerzas para levantarme.

Ella no dijo nada y volvió a levantar el objeto que ahora era una porcelana y con bastante fuerza me pego en la cara, haciendo que mi nariz goteara la alfombra. Me levante como pude y rápidamente me encerré en el baño, comencé a llorar en mi desesperación por buscar una salida, pero esta vez no habían ventanas en el baño, no había sino una escotilla de aire.

Me subí al borde la tina del baño y golpee la escotilla con fuerza para abrirla y aunque sea pedir ayuda, pero todo fue inútil, Rose abrió la puerta con fuerza descomunal, al menos ya no tenia la porcelana en sus manos, solo que se lanzo a mis piernas haciendo que resbalara, cayera en la tina y me golpeara fuertemente en la cabeza dejándome algo desubicada.

Encima de mi, Rose abrió el grifo del agua que tenia mi sangre, supongo que ahora la cabeza me sangraba. El chorro de agua helada cayo en mi cara y Rose, empezó a estrangularme presionando con fuerza sus pulgares en mi cuello.

- ¡Todo lo que esta haciendo Rubén es tu puta culpa! - gritaba sin soltarme -. Había logrado que me mirara con otros ojos y llegaste tu, maldita perra...

¿Por que me decía estas cosas? ¿Acaso creía que había interferido en los sentimientos de Rubén?

La tina se lleno rápidamente hasta quedar sumergida, Rose planeaba ahogarme. Patalee en el agua con todas mis fuerzas pero sus piernas a cada lado de mi cuerpo impedían cualquier movimiento brusco, le rasguñe la cara y los brazos pero ella parecía no sentir nada. Su cara estaba transformada llena de odio y rencor hacia mi y sus pulgares empezaban a dejarme sin aire. Finalmente el agua me cubrió la cara.

Cautiverio [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora