[CapítuloSiete]

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[ J A N E ]

- Debo admitir que me has calentado tanto, Jane... - dijo Rubén guardando de nuevo el arma -, que si no fuera por que no puedo hacerte nada ya te había follado...

- Agh, ni loca dejo que me toques...

- No escuche que dijeras eso cuando te toque el culo - sonrió y con una soga hato mis manos de nuevo.

- Estaba dispuesta a hacer lo que sea con tal de liberarme...

- ¿Lo que sea? Chupamela un rato y podemos hacer negocios... - sonrió y yo lo mire mal.

- ¿Después de que casi te arranco el labio estas dispuesto a dejar que haga eso?

- Mmm... tienes razón, mejor no hagamos nada - suspiro -, pero ¿sabes? Necesito hacer algo con esto...

No me dejo responder y se puso de pie, se coloco los pantalones, la camisa y las botas y salio sin decir nada, dejandome sola, sin poder escapar ya que no podía ni tenia nada para cortar la soga.

Eran aproximadamente las once de la noche y Rubén no aparecía, resignada empece a caer en un profundo sueño hasta que risitas y golpes sonaron en la puerta. Rubén entro tomando a una chica rubia de la cintura, rozando su minifalda con su miembro. La chica era altamente sugestiva, era obvio que era una prostituta.

Rubén poso sus ojos en mi y por su cara, note que había olvidado que yo estaba aquí.

- Joder... - dijo.

- ¿Quien es ella? - pregunto la rubia con una voz chillona horrible.

- Mmm... nadie, no le pongas atención - Rubén suspiro y salio de la habitacion.

- ¿Por que estas atada? - me pregunto la chica.

- Rubén es sadomasoquista: le gustan las mordazas, los azotes y esas cosas... - casi reí por su cara de confusión.

Al rato llego Rubén junto con Mangel y me desato.

- Sal con Mangel, den una vuelta y no se... - me dijo Rubén.

- Es media noche, quiero dormir - dije cruzando mis brazos. Rubén se acerco a mi cara para hablar mas bajo.

- ¿En que quedamos tu y yo, Jane? Obedece...

Lo mire mal y me levante para ir junto a Mangel, podria ser la única persona en quien confiara ahora pero el que no hablará mucho me molestaba.

- Que te diviertas... - le dije a la rubia.

Mangel y yo salimos de la habitacion y Rubén cerro pero no por completo, al menos estaba desatada y podía respirar aire limpio. Mangel nunca intento tomar mi mano a la fuerza o hacerme caminar. Pasamos por el pasillo hasta abajo en la recepción y al fin salimos a la oscura y fría calle.

- ¿Que te dijo Rubén? - le pregunte.

- Solo que te llevara fuera de la habitacion mientras..., ya sabes, él estaba con esa chica...

- Debe ser el peor jefe que alguien pueda tener - sonrei y él hizo lo mismo.

- Lo es. Con solo contarte que se tiro a una novia mía... - abri los ojos a la par de mi asombro y el carcajeo.

Cautiverio [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora