[Capítulo Tres]

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[ J A N E ]

Me sente pesadamente en la cama y me permitir llorar en silencio mientras él hacia no se que detrás mía. Necesitaba que esto terminara pronto, tenia la esperanza de que mi padre moviera cielo y tierra para encontrarme y este tipo fuera lo suficientemente imbécil como para dejar huellas.

«Llegar a nuestro destino» ¿A que podía referirse con eso? ¿Iba a venderme? ¿llevarme a otro poblado o incluso país? Empezaba a asustarme pero tenia que tratar de mantener la calma e igualmente seguirle la corriente a esos hombres para mantenerme con vida, mientras trataría de huir sin fallar de nuevo.

Las heridas en mis piernas empezaban a arder con la tela del pantalón y en lo único que pensé fue que podrían infectarse por toda la mierda que recogí en la caída.

- Necesito darme una ducha - dije.

Vi que ahora estaba sin camisa y limpiaba con esmero el arma que dejaba en el borde de sus jeans negros. Me miro sonriente, con burla y negó con la cabeza.

- No me jodas. Por ahora no quiero estar vigilándote desnuda - dijo y sonrió.

- No tienes que hacerlo. Lo necesito urgente, las heridas de mis piernas pueden infectarse...

- Debiste pensar en eso al tratar de huir, cielo, o al menos darte cuenta y pisar bien - suspiro -. Igualmente ya sabes que no pienso dejarte sola un segundo.

- Entonces entra conmigo a vigilarme... - se carcajeo.

- Es lo que mas deseo ahora pero estoy cansado de seguir a una estúpida por el bosque y además, no querrás que me de la gana de violarte...

- No lo harias... - susurre.

- ¿Eso crees? ¿piensas comprobarlo?

- Por favor, te lo estoy suplicando. No escapare, no creo que tenga la oportunidad de hacerlo...

Se acerco a mi con el rostro neutro y me tomo de las mejillas con una sola mano. Debía admitirlo, tenia un rostro muy guapo pero lo cínico y delincuente lo dañaba todo.

- Te doy diez minutos y si no sales de allí pronto, entrare a hacerte picadillo en la tina ¿de acuerdo? - asentí -. Bueno, los minutos corren...

Me levante y me encerré en el diminuto cuarto de baño, cuando estaba a punto de cerrar con pestillo escuche su advertencia de no hacerlo, tuve que hacerle caso.

El cuarto de baño tenia una sola ventana del lado de la ducha, era alta pero podría alcanzarla. Me impulse en los bordes de la tina y mire hacia abajo, estaba de lado del parking y la caída podía ser dura solo por el pavimento pero podía bajar y ellos quedaría en desventaja lo que me podría servir para pedir ayuda.

Manipule las llaves del agua para distraerlo y comencé con mi plan, podía salir de cabeza y sentarme en el borde para poder sacar las piernas y colgarme de allí. Era dos pisos pero podía salir ilesa, tenia que intentarlo.

La venta era un poco estrecha pero mi cuerpo delgado logro salir. Me senté en el borde y con cuidado saque las piernas, luego me colgué de manos al borde. Mire hacia abajo y tuve vértigo, desde allí arriba al asomarme se veía menos alto, pero ahora me daba cuenta de que podía romperme las piernas al saltar.

- ¿Qué coño crees que haces?

Él yacía cruzado de brazos en la ventana, aún con el torso desnudo. La ducha sonaba aún y me sentí estúpida por intentar esto. Ahora los dedos se me resbalaban por la sudoración y el nerviosismo, él solo me miraba con burla.

Cautiverio [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora