Melifluo | Hyunin #1

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Jeongin observo con atención el teléfono frente suyo, recordando los pasos para marcar al teléfono de Hwang Hyunjin.

- ¿Me enseñas Seungmin?- pregunto girando hacia el mayor, este se estaba encargando de colocar los precios en los potes de ramen.

- Dijiste que Juan ya te había enseñado- soltando un bufido Jeongin negó.

- Él solo me mostró como marcar a su teléfono, yo quiero aprender a utilizarlo bien- lloriqueo apoyando la cabeza en el mostrador-. y es Hwang, tonto.

- Estoy muy seguro que por alguna razón, no quiere que aprendas a manejarlo- Seungmin empilo los potes en la mesa tratando de ignorar los lloriqueos del menor.

- Solo quiero aprender a escuchar aquellas músicas que sueles poner, y controlarlo mejor- se acercó hacia su amigo, tratando de buscar su mirada mientras hacía un pequeño puchero- ¿por favor?.

- Juan, d-digo Hwang, dijo que no es necesario.

- Él no lo sabrá, Seungmo~- el mayor titubeo, observando la mirada suplicante del menor termino suspirando.

- No me metas en problemas Jeonginnie- soltando una risa ilusionada el menor saltó sobre Seungmin abrazandolo eufórico, recibiendo pequeños quejidos.

- Gracias gracias- alejándose tomó el teléfono del mostrador y se lo extendió- aquí tienes.

Sin embargo el sonido de la campanita avisaba que el primer cliente del día estaba ahí.

- Será más tarde, ahora a trabajar.

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Jeongin no sabía cómo lo hizo, pero luego de persuadir de todos los modos posibles a su compañero termino aceptando en instalar un juego en su nuevo teléfono.

Y Jeongin no podía dejar de subir de nivel.

- Vamos Innie, el jefe llegará pronto, ya son cerca de las ocho- sin dificultad Jeongin salió de aquella aplicación, mirando en una esquina de la pantalla la hora, "07:48".

- ¿Crees que hyung no se dará cuenta?- murmuró acercándose al mostrador, dejándolo descansar sobre este el aparato, no refutó cuando Seungmin lo tomó comenzando a manejarlo.

- Elimine del historial las aplicaciones que has usado, y el juego que estás manejando está escondido entre muchas más aplicaciones, más de eso no puedo hacer- encogiéndose de hombros Jeongin le restó importancia, Hyunjin no podía enojarse por un juego.

Ni tampoco por haber agregado el número de Seungmin en sus contactos.

Hyunjin apoyo la cabeza en el respaldar del auto, su dedo dando pequeños golpes a su teléfono en la mano, sus ansias por llamar al nuevo número de su ángel carcomiendolo.

Ni fueron veinticuatro horas y Hyunjin ya estaba malhumorado por la falta de presencia del omega.

Si fuera por el alfa no había dejado a su angel volver a aquel barrio de mala suerte, pero grande fue su sorpresa y con mal gusto, que el menor le aclaró sin titubear que él decidía si volvía al trabajo o no, y que el alfa no tenía poder sobre su persona.

Hyunjin quedo con la boca cerrada y suplicando al menor que no se vaya.

- ¿Puedes controlar tus emociones?, la cabeza me va a explotar por estar oliendo tu aroma- blanqueando los ojos Hyunjin observó por la carretera en la que iban.

- Respira por la boca- decidió molestar un poco, deseando llegar ya frente a la tienda donde trabajaba el menor.

- Sabes que tienes muchas cosas que hacer y en vez de eso decides ir a buscar a un niño en un barrio de mala suerte.