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Jeongin no sabía cómo había llegado a esa situación. O tal vez si, pero no sabía cómo pudo pasar todo tan rápido, solo supo que había llegado la noche, había bajado a cenar, como la casa se sentía sola sin la presencia de Hyunjin busco a la señora Kim en las habitaciones del personal, y ¡pum!, que encontraba en la habitación de limpieza a Yuna junto a la lavadora luciendo la camisa del alfa.

La primera reacción de Yuna fue sonreírle con inocencia, y la de Jeongin quedarse congelado procesando lo que estaba pasando.

Y cuando Yuna notó su cambio de expresión salió despavorida del cuarto, y bueno, Jeongin solo fue consciente que en segundos la tenía agarrada del cabello obligándola a gritos a que se saque la camisa con el fuerte aroma de Hyunjin. Y a un lado de ellos la señora Kim tratando de apartarlos.

Y Jeongin no pensaba ceder, ni aunque la omega comience a llorar, aunque lo dudaba en la manera que también chillaba y le estiraba de las greñas.

Claro, Jeongin no pensaba ceder, no hasta que escucho la voz de Hyunjin.

El alfa que se encontraba demasiado sorprendido y confundido en la puerta abrió mucho más la boca al ver la reacción de su ángel a su voz. Vio como estiraba con mucha más fuerza del cabello a Shin Yuna y la hacia chillar dejándola caer al piso.

Hyunjin estuvo tentado a ayudarla al sentir tanta pena al verla caer en seco, pero se abstuvo de hacerlo, no quería ser el quien terminara en el suelo a causa del enojo de su ángel.

El alfa retrocedió varios pasos cuando Jeongin corrió hacia él y saltó encima suyo, atajando su cuerpo con la mano sana sintió la mano del omega posarse sobre sus ojos casi en un golpe.

- ¡No la mires!- carraspeando Hyunjin giro su cuerpo hacia la puerta pudiendo apreciar el aroma inestable y nervioso del omega.

- Puedes sacar tu mano, ángel- lentamente la mano del omega se alejó, apreciando los quejidos de Yuna a los lejos pudo encontrar la mirada del menor.

La inseguridad y el nerviosismo en su mirada picaron directo en su corazón.

- ¡Ella tiene su camisa!- sin embargo seguía sonando furioso, rodeando su cuello con firmeza mientras se atajaba con fuerza al rededor de su cadera.

- Ya vi- supo que no había sido la respuesta más inteligente al notar la mirada chispeante del menor.

- Levántate niña- escuchando la voz de Sook quiso hacer el amago de girar, siéndole totalmente imposible cuando las manos de Jeongin se posaron en sus mejillas firmemente.

- No- viendo su ceño fruncido Hyunjin no pudo evitar sonreír ladino.

Justo en ese momento Changbin y Minho se posaron en el marco de la puerta, observando todo con una mueca burlona.

- Aquí huele a cosa seria- se burló Changbin.

Jeongin no tardo en gruñir, chillando casi con un pataleo cuando Hyunjin quiso bajarlo al suelo mientras él se aferraba a su cuello.

- Bien bien- casi se planteó disfrutar esa escena, dejando que el omega se esconda en su rostro comenzando a llenarlo de su aroma.

Jeongin volvió a soltar un sonido casi como gruñido cuando Hyunjin comenzó a moverse, mirando cautelosamente sobre el hombro del mayor se encontró a la omega lloriqueando mientras trataba de arreglar su cabello.

Cuando Hyunjin ya estaba por subir las escaleras Jeongin volvió a gruñir removiéndose encima de él.

- ¡Sácate la camisa, tonta!- chillo estirando sus brazos como si fuera a alcanzarla.

Melifluo | Hyunin #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora