Las mesas se quedan prácticamente vacías cuando el personal retira todos los platos de comida, unos quince minutos después nos depositan miles de bebidas diferentes.
El champagne se adapta a mi paladar en cuestión de segundos, todos los invitados alaban la valentía de Archie, mientras brindan con una bebida llamada sharbat, por haberse declarado de una forma tan original, aunque, no saben la historia completa de cómo nos conocimos así que nos inventamos otra historia con una risa nerviosa.
Ay, si supieran...
Archie me rescata al verme algo incómoda rodeada de extraños, atravesamos un pasillo y entramos en una pequeña sala con sillas y mesas de repuesto, deposito mi copa en una de ellas.
Él aferra sus dos manos en la base de mi cuello para besarme, creo que no es apenas consciente de lo sensual que es ese movimiento.
—Dime, ¿estás feliz con lo ocurrido? Quizás he sido demasiado extravagante o me he vuelto loco de atar.—se pasa la lengua por los labios y me mira mientras se limpia con el dedo pulgar, el pintalabios que le acabo de dejar marcado en la boca.
—Me encanta, Archie, es mil veces mejor que como me lo imaginaba. ¿Cómo has creado esa aplicación?
Aunque, no es la primera vez que me piden matrimonio, debo admitir y no me pesa hacerlo que, sin duda, nadie podría haberlo hecho mejor.
—No fui yo, se lo pedí a Wolfgang, él tiene un amigo que controla temas informáticos.
Vaya, así que esto era un plan elaborado desde Alemania.
—Así que Wolf era tu compinche.—le muestro mi mano con el anillo de oro blanco.—Aunque, me siento un poco mal por Monic, le hemos robado el protagonismo.
Él niega con la cabeza y me explica que Monic estaba totalmente de acuerdo, además de eufórica por poder estar presente en un acto tan especial para su hermano.
—Nos hemos vuelto locos, ¿quién se casa después de haber pasado tan solo unos meses juntos?—le pregunto en tono jocoso.
Se ríe disparando con su alegría por todo mi alrededor.
—Supongo que nosotros, pero te aseguro que pocas personas viven tan intensamente como tú y yo.—declara paseando su dedo índice por mi mentón.
—Entonces, ¿soy la única que no sabía nada de esto?
Las sorpresas no son lo mío, pero después me encanta recibirlas, la lógica falla.
—Mis abuelos tampoco lo sabían, así no te sientes tan excluida.—dice riéndose besando mi mejilla.—Y Jason, claro, él no tenía ni idea.
Le miro formando una línea con los labios, ¿cómo no he podido darme cuenta? ¡Si siempre estoy pendiente de todo!
Bueno, estos últimos días solo he pensado en encontrar trabajo, sin suerte, por ahora.
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Sugarbaby.
RomanceViolet está desesperada por dejar atrás su oscuro pasado. Huyendo de unos peligrosos narcotraficantes sedientos de venganza, busca refugio en una nueva ciudad. Por otro lado, Archie lleva una vida aparentemente exitosa, pero la soledad y el vacío em...