Dieciséis días acompañadas por sus noches.
Trescientas ochenta y cuatro inextinguibles horas.
Aún permanezco a la espera de que Archie recobre su vitalidad.
Esa noche fue... Atroz. No logró describir de donde emergió esa increíble fuerza de mí, mediante gritos y forcejeos despache de mi casa hasta la verja exterior a ese imbécil. Y a su madre, que es tan culpable como él.
Archie no habló por horas, y lo comprendo. En estos momentos nadie puede compartir su dolor tanto como yo.
Perder a una persona que lleva parte de tu esencia es devastador.
Tan demoledor como caer por un precipicio, no hay ningún tipo de sujeción, pero tampoco la quieres.
Las demás personas quieren que vuelvas a recobrar la vida sin más, te dedican palabras de ánimo y frases motivadoras que solo te provocan nauseas.
Durante estos días nuestros teléfonos no han cesado, llamadas y llamadas, pero ninguna ha recibido contestación.
Archie no ha asistido a su trabajo en estos días, tan sólo duerme y sobre todo, llora.
Por suerte ahora he logrado obtener una semana de descanso y pienso romper con esta monotonía agonizante.
Mientras preparo el desayuno activo la música en la televisión, me apetece llenar este salón de vitalidad.
Hace un día estupendo, el sol brilla espléndido rellenando el jardín de luz natural.
Unos pasos hacen que me gire para verle al final de las escaleras, estrecho la pequeña distancia que nos separa y le rodeo el cuello con los brazos.
—Necesito que vuelvas a ser tú.
Rozo su nariz con la mía.
—Lo sé, tengo que superar esto, por ti, por nosotros y por Jeremy —Apoya su frente sobre mí hombro— Violet, he perdido a casi toda mi familia de un plumazo.
—Eres el mejor padre que Jeremy puede tener. Padre es la persona que permanece a tu lado y tú lo sabes por experiencia, padre es quién te acompaña en el camino.
—Tienes toda la razón, tengo todo lo que necesito para ser feliz —Alza la cabeza—. Aunque, debo aceptar muchas cosas que no me gustan.
—¿Y qué tienes?
—A una mujer preciosa y valiente, un hijo maravilloso y una casa increíble.
Después de tantos días por fin pruebo sus labios sin ningún pudor.
—Anhelaba esto —confieso feliz entre sus brazos—. Si necesitas más tiempo a solas, lo comprenderé.
Niega con la cabeza, varias veces.
—Perdón, estos días no te he cuidado.
—¿Crees que yo no he sufrido? Jeremy también es mi familia. Es el hijo que nuca tuve.
ESTÁS LEYENDO
Sugarbaby.
RomanceViolet está desesperada por dejar atrás su oscuro pasado. Huyendo de unos peligrosos narcotraficantes sedientos de venganza, busca refugio en una nueva ciudad. Por otro lado, Archie lleva una vida aparentemente exitosa, pero la soledad y el vacío em...