Camino unos centímetros detrás de él aún con su mano atrapando la mía. Para mi agradable sorpresa no me siento incómoda con su presencia, todo lo contrario. Atravesamos varios pasillos, este edificio es un laberinto, parece que Archie se lo conoce como la palma de su mano: cosa obvia dado que es su dueño.
Al fin llegamos a una habitación, es el número treinta y siete.
Archie acerca su mano al pequeño aparato con forma de teléfono que esta situado a la izquierda del blanco marco de la puerta y posa el dedo índice sobre él, está se acciona permitiendo que entremos. De nuevo todo está decorado a un estilo árabe, todos los colores desprenden un sinfín de sensaciones placenteras.
La pared es de color crema junto con el mobiliario. Los colores naturales hacen que pueda relajarme un poco ante este hombre de traje que me observa como un experimento. Me invita a sentarme sobre un sofá étnico, acepto sin rechistar. Archie se acerca pero antes se quita la chaqueta dejándola cuidadosamente doblada sobre la espalda del sofá y se afloja el nudo de la corbata para sentarse.
Nos miramos fijamente, estoy hiperventilando, se supone que espera una tigresa y yo no paso de un gato doméstico.
—Te noto alterada, relájate. Si te preocupa algo solo tienes que decírmelo —Su voz es grave y a la vez dulce, no suena para nada como cualquier hombre rico de Seattle.
Barajo las palabras en mi cabeza.
—Pues... me gustaría saber por qué ese empeño en conocerme.
Creo que le he pillado con la guardia baja, abre la boca, pero vuelve a cerrarla. Nos quedamos en silencio unos segundos.
—Es decir, bloqueaste mi perfil con algún propósito —murmullo abanicándome con la mano—. ¿Por qué?
—Vi tu foto en la pantalla y quería ser el primero de todos los socios de esta industria en tenerte cerca.
Se rasca la barbilla algo inquieto pero sin apartar su mirada de mí. Siento que me hundo en el sofá, sus palabras han sido tan delicadas que me he derretido.
—Recibí tu informe, no tienes nada de que preocuparte, estás completamente sana —Sonríe y me acaricia el hombro.
—Genial, aunque preferiría que tú y yo no... al menos hoy.
Me tiembla la voz y mi cuerpo baila al mismo ritmo, tenía que decirlo. Archie Brown es tan guapo que pasar una noche sin acabar en su cama sería considerado un delito, pero mi mente está bloqueada respecto al sexo masculino.
—Oh, Violet, primero me gustaría saber más de ti, tenemos mucho tiempo y marcarás tus propias decisiones, ¿Qué te parece?
Este enigmático hombre me sorprende cada vez que articula palabra, su físico es exquisito pero su personalidad es increíble. Es una gran opción para mí no sentirme presionada. Archie se dirige hacia la cocina de la habitación y vierte un poco de vino en dos copas.
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Sugarbaby.
RomanceViolet está desesperada por dejar atrás su oscuro pasado. Huyendo de unos peligrosos narcotraficantes sedientos de venganza, busca refugio en una nueva ciudad. Por otro lado, Archie lleva una vida aparentemente exitosa, pero la soledad y el vacío em...