Capítulo 18: Raíces.

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Habían pasado días desde la última vez que intercambie unas palabras con mi hermano.

Ese hermano por el que daría hasta la última gota de sangre de mi cuerpo, ese hermano que me ha traicionado con lo más puro de mi vida. Mi hermano mayor.

Por el que hubiese ingresado en prisión al igual que en nuestra serie favorita, Prison Break, éramos Michael Scofield y Lincoln Burrows o eso sentía. Al menos yo lo sentía.

"Jason siempre lanza ácido por el camino"

Esa frase siempre la repetía mi hermana pequeña, Monic y por supuesto mi cabeza se negaba a procesarla cada vez que la escuchaba.

Mis padres si justificaban su comportamiento, su infancia había sido marcada por unos padres terribles. Y actualmente con treinta y siete años le seguían temblando las piernas al escuchar su nombre. Bill.

Pero ya nada podía justificar sus mentiras, es un estafador de sentimientos.

Acciono la verja para acceder hasta la parte techada del jardín, Jeremy está dentro de casa junto a Wolfgang y me niego a que tenga contacto con él. Pueden llamarme egoísta, no me importa.

Violet decide entrar, no cabe duda de que la presencia de Jason solo provoca tensión.

Una vez solos, Jason cierra con cuidado su paraguas negro. Porta ese sombrero estilo fedora que compró en aquel viaje a Panamá. Aún no hemos hablado, solo miramos en diferentes direcciones.

Aún con el frío que corre se atreve a llevar los tres primeros botones de la camisa desabrochados.

Lleva el anillo de la familia en el dedo índice y una carpeta de cuero roja. Extrae un puro del bolsillo interior de su chaqueta de pana negra y lo enciende.

Como una hoja arrastrada por el viento desliza su cuerpo hasta mí.

—No se puede hacer una tortilla a menos que se rompan los huevos —repone cruzando los brazos por delante del pecho.

—¿Qué? —espeto, me causa un gran lastre escuchar sus juegos de palabras.

Envuelto en ese halo de misterio enigmático que porta siempre, continúa con su retahíla de inútiles frases.

—No contestas mis llamadas, no acudes al trabajo y celebras una fiesta sin invitarme, eso realmente duele Arch. Por cierto, vuelves a ser la portada de la revista Gentleman, por lo que he leído ya no formas parte de los solteros de oro.

Me quedo totalmente pasmado, ¿Cómo tiene la total desfachatez a venir aquí y a hablarme así? Mis nervios se desvanecen dejando paso a una ferviente ira. Se acabó, pienso poner los puntos sobre las íes. Aprieto tanto la mandíbula que me produce dolor en los dientes.

Sugarbaby.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora