Capítulo 12: Mecanismo.

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La habitación de Archie sigue en perfecto estado, es increíble, la última vez que estuve aquí jamás me hubiera imaginado todos los acontecimientos que sucederían más tarde

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La habitación de Archie sigue en perfecto estado, es increíble, la última vez que estuve aquí jamás me hubiera imaginado todos los acontecimientos que sucederían más tarde.

Nuestra casa, con mascota incluida.

Archie ya había seleccionado a una pareja para velar por la seguridad de la casa y cuidar de Charly cuándo nosotros nos encontrásemos ausentes.

Me desnudo en el baño, espero en un rinconcito de la ducha hasta que el agua se torna caliente.

El olor afrutado del gel de baño es tan agradable que permanezco debajo del agua durante unos minutos más.

Como he olvidado accionar la música escucho como la puerta se abre y segundos más tarde vuelve a cerrarse.

—¡Archie, enseguida salgo!

Envuelvo mi cuerpo en la toalla, fuera no se escucha ninguna voz, es demasiado extraño.

Normalmente Jeremy y Archie hablan continuamente o juegan entre ellos provocando un gran escándalo.

Salgo hacía fuera, con tan solo ver su cabello negro salvaje mi cuerpo se tensa. El azul profundo de su mirada se endurece a cada paso que da.

—Jason, si buscas a tu hermano aquí no se encuentra.

Ensancha su sonrisa, esa que hace que me tiemblen las piernas. Clavo las uñas en la toalla para evitar mostrar el miedo que me provoca, sabe que le temo y creo que le gusta la idea.

—Me parece que encontrarte a ti es mucho mejor —Suelta un silbido desagradable—. Menudo recibimiento, mujer. 

Cerdo.

Huele a tabaco y la combinación de sus amplias sus pupilas y la rojez de sus ojos hace que su aspecto sea aún más intimidante que de costumbre.

—Márchate, no me apetece discutir —Le recomiendo sin mirarle.

Aunque sé perfectamente que no tiene intención de largarse, lo confirmo cuándo menea la cabeza ligeramente hacía los lados.

—Eres divertida, tienes poder y eso hace que me ponga muy cachondo —susurra sin pestañear acercándose—. ¿Te lo han dicho alguna vez, Violet?

Con el corazón en la garganta corro hacía el baño y cierro con el pestillo dando un fuerte golpe.

Respiro profundamente, me apoyo en el lavabo y observo mi rostro contraído por el miedo en el espejo aún con marcas de vapor.

—¡Violet, sal! Sólo estoy bromeando.

¿Bromear? ¡Y una mierda! No es el maldito Joker, joder.

—¡Sal de aquí! ¿Qué clase de problema mental tienes, Jason? —Sofoco en un grito ahogado.

El sonido de su sonrisa de hiena se desvanece lentamente. Sólo se escucha su respiración cada vez más profunda a través de la puerta.

JASON

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