Cuando entro a la habitación de Julianne ella me coge entre sus brazos y comienza a besar lentamente mi coronilla. Aún me siento abrumada luego de la horrible pelea que tuve con Hanna, habíamos terminado nuestra relación de la peor forma y aunque no lo quisiera me afectaba enormemente. Julianne pareció entender que me encontraba ida -en otro mundo- y me dejó acostarme en su cama mientras me preparaba un té.
No pude soltar palabra porque aún me encontraba pasmada, Julianne lo comprendió y decidió dejarme ser, una vez que trajo el té nos acostamos en su cama y me abrazó hasta que me lanzé a su cuello y comencé a llorar como una niña. Julianne se estremeció pero continuó firme con su abrazo y de vez en cuando me acariciaba la parte inferior de la nuca para relajarme. No sé cuánto tiempo pasó hasta que mis párpados se volvieron pesados y caí en los brazos de morfeo.
Al día siguiente me despierto con un dolor de cabeza que me aturde, alzo mi mano para abrazar a a Julianne pero solo estoy yo en la cama. Me levanto luego de despertarme más y camino hacia el salón, allí se encuentra Julianne leyendo el diario del día y lleva puestas una gafas negras que la hacen ver extremadamente sexy.
-Buenos días-digo con una sonrisa tímida y Julianne alza su mirada.
-Buenos días hermosa-dice con una sonrisa.
Camino hacia su posición y antes de sentarme a su lado en el sofá deposito un beso en la comisura de sus labios.
-¿Cómo te sientes?-pregunta seria y yo me encojo de hombros.
-Mejor, he podido procesar todo lo ocurrido ayer y bueno... no me queda más que aceptarlo y seguir mi vida-digo convencida. Julianne asiente y pasa su brazo por mis hombro, agarra mi mentón y deposita dulces besos en mis labios que me provocan y me hacen estremecer.
-¿Qué piensas hacer ahora?-lanza una pregunta mientras se aleja para servir café.
-Pues... debo buscar un apartamento, es eso o volver a vivir con mi familia..-digo con pesar.
-Puedes quedarte aquí el tiempo que necesites-dice Julianne con sinceridad- no tengo problema en compartir algunas semanas contigo-dice mordiéndose el labio y mi corazón comienza a palpitar fuertemente.
-Muchas gracias..-digo aún pasmada.
*
Han pasado al rededor de dos semanas desde que Julianne y yo convivimos juntas, debo decir que ha sido una maravillosa experiencia, tengo a Julianne a mi lado desde que levanto hasta que me acuesto... por las noches siempre tenemos sexo y debo admitir que he descubierto muchos más lugares que excitan a mi ex profesora, como su cuello y el lóbulo de su oreja...
Han sido dos semanas gloriosas, cada día para la hora de almuerzo cocinamos delicias, ambas nos ayudamos y también salimos a pasear a distintos lugares, el cine, el teatro, hasta un bar...
Julianne parece disfrutar a mi lado, nos reímos seguido y puedo decir que nos hemos dado más besos que en todo un año, ha sido maravilloso y digamos que la búsqueda de mi nuevo apartamento ha sido un tanto suspendida.
El día sábado de la tercera semana decidimos salir a ver una película al cine, Julianne y yo nos hemos duchado juntas y cuando yo me estaba vistiendo el timbre del departamento suena. Julianne alza su ceja con incertidumbre y luego me observa pensando.
-¿Quién puede ser?-dice con un susurro.
-No lo sé... pero creo que debes atender-digo también confusa.
Julianne asiente y camina hacia la puerta, yo la observo desde detrás suyo sentada en el sofá y cuando la puerta se habre aparece un hombre moreno de cabello negro...
-¿Albert!?-Julianne de inmediato se pone nerviosa y Albert quien se encuentra en la puerta primero le lanza una sonrisa, pero luego de poner su mirada en mi su sonrisa desaparece lentamente.
-¿Estas con...Nalia?-dice con voz de enojo y yo quiero que la tierra me trague. Julianne hace el intento de agarrar el brazo de Albert pero este se suelta y mirándonos con enfado da media vuelta y se va por el pasillo.
-Lo siento...-dice Julianne mirándome-debo ir detrás de él y explicarle...
-Claro, ve...-digo aún conmocionada y Julianne sale corriendo detrás de él.
Cuando Julianne cierra las puerta con fuerza detrás de ella suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo ¿Albert? Se veía distinto, tenía otro corte de cabello y estoy casi segura que había crecido un par de centímetros, parecía haber agarrado más musculatura y sus ojos ya no lanzaban el mismo esplendor que cuando lo conocí en la escuela, obviamente...luego de todo lo que había pasado, su rehabilitación y ahora encontrarme nuevamente junto con su madre... solo esperaba que Julianne no la tuviese tan difícil.
P.O.V Julianne
Corro detrás de Albert sin importarme nada, no puedo perder a mi hijo, no luego de todo lo que hemos pasado y lo mucho que me ha costado tenerlo de vuelta en mi vida. Albert es más alto que yo y camina con rápidas zancadas, pero yo decido por correr y es así como casi en el último escalón lo alcanzo y tomo su mano.
-Albert...
-¿Qué?-dice enojado- me vas a explicar por qué está tu ALUMNA nuevamente en tu apartamento?
-Albert, por favor cálmate..
-No puedo, simplemente no puedo...por ella tú y papá se separaron, ella arruinó nuestro hogar, si no fuese por ella todavía seríamos una familia feliz..-escupe y mi corazón se rompe en dos.
-Hijo necesito que me escuches, por una vez..-digo alzando la voz y Albert niega con su cabeza pero guarda silencio.
-Este no es el lugar ni el momento para conversar esto, sé que te he hecho sufrir mucho y mis decisiones no han sido las de tu gusto, créeme que lo sé, pero ha pasado un tiempo ya desde que sucedió todo aquello, no quiero mentirte, pero yo y tu padre en ese entonces ya no nos llevábamos bien... al contrario, peleábamos seguido y el amor ya no existía, seguíamos juntos porque queríamos hacerte feliz y no dañarte...
-No..eso no es verdad-Albert vuelve a guardar silencio aún conmocionado.
-Es la verdad hijo, cuando conocí a Nalia no estaba pasando por un buen momento en mi vida... me sentía mal, no me encontraba a mi misma y ella fue quien me impulsó...a vivir y amar como antes, a disfrutar la vida y...
-No digas eso, solo querías follártela por ser tu alumna- escupe y lo siento como un puñal en mi estómago.
-No, eso no es correcto... si pasaron cosas luego de conocernos, pero siempre ella fue un apoyo y luego de un tiempo se convirtió en uno de los pilares de mi vida, como tú...
-No puedo escuchar estas gilipolleses-dice enojado y suelta mi mano- necesito pensar en todo esto, no sé si quiero volver a verte, necesito irme...
Con el dolor de mi alma suelto la mano de mi hijo y él da media vuelta y se va sin mirar ni una vez para atrás. Me quedo petrificada en mi lugar, con la respiración agitada y una lágrima cae por mi mejilla, luego otra y otra... no puedo aguantar el dolor de perder a Albert de nuevo, ha sido tan duro volver a encontrarnos que esto me pega como un balde de agua fría. Entiendo sus motivos, sus razones para odiar me y ahora más, pero sé que también como hijo no puede intervenir en lo que yo siento y quiero...
Vuelvo como puedo hacia el apartamento y allí se encuentra Nalia esperándome con una mirada nerviosa. Decido no decir nada y camino hasta el sofá aún con un par de lágrimas cayendo, me siento y echo a llorar sin más. Nalia se acerca y me abraza, sus brazos me reconfortan y me hacen sentir bien, pero al mismo tiempo pienso que estos mismos brazos son la razón por la cual Albert me odia.
-¿Qué sucedió?-me pregunta Nalia con un hilo de voz y yo simplemente no puedo contestar.
-Me odia...-digo con un mar de lágrimas-me odia y no dejará de hacerlo, quizás lo he perdido para siempre....
-Por culpa mía-dice Nalia mirando al vacío y yo me encojo de hombros.
-Son malos tiempos Nalia...-digo con pesar.
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Malos Tiempos(temática lésbica)
RomanceNalia tiene dieciocho años, hija menor de una familia con pocos recursos, el desempleo de su padre y con la venida de un nuevo hermano a la familia decide trabajar durante el verano en un prostíbulo ¿Qué pasaría si en su nuevo trabajo se encuentra c...