Capítulo XXXIX- Confusión

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Julianne había llegado hasta nuestra posición sin despegar los ojos de Kate, por favor trágame tierra. Ambas se miraban directamente sin decir nada y sentía como la tensión iba aumentando en el ambiente.

-Nalia, por favor acompáñame a mi oficina-dijo Julianne sin despegar los ojos de Kate. Asentí sin miramientos pero en ese momento Kate habló.

-Lo siento, pero estamos ocupadas hablando, Nalia puede ir más tarde a tu oficina-dijo en un tono cargado de ironía, de inmediato miré a Julianne y esta no relajó su rostro en ningún instante, más bien parecía más enfurecida todavía y se cruzó de brazos.

-La necesito ahora-recalcó la última palabra y por primera vez sus ojos viajaron hasta mí, Kate también me observó, ellas esperaban una respuesta de parte mía, joder.

-Eh...-piensa, piensa, piensa-yo iré con Julianne- balbuceé sonrojada- digo, la profesora Julianne, gracias por traerme la coleta-dije mirando a Julianne que sonreía de forma victoriosa, en cambio Kate tenía su mirada fija en mí y sin decir nada nos miró una última vez y caminó dándonos la espalda.

Había sobrevivido a mi primer ataque de dos lados y había salido casi invicta, pero seguramente me había costado la amistad de Kate y lo lamentaba. En ese momento dirigí mi mirada a Julianne quien estaba seria.

-Acompáñame-dijo sin mirarme y caminó seria mientras la seguía, estoy muerta. Caminamos hasta su oficina y entré mientras ella cerraba las puerta tras de sí, me senté y miré a Julianne caminar hasta su asiento mientras su mirada se posaba en mí. Me encogí de hombros pero no quité mi mirada, Julianne era una mujer hermosa, con su aura de sensualidad podía dejar loco a cualquiera, su típico traje de dos piezas que resaltaba todos sus atributos dejaba a la mitad de la escuela con sus ojos puestos en ella, me sentía atraída como una abeja a su polen, totalmente irresistible y atrayente.

-¿Qué relación tienes con esa mujer?-dijo directa y seria-antes de que me vuelva loca...

Asentí pero me perdí en su cuerpo, llevaba sus piernas al aire y fue inevitable no recorrerlas, en ese momento me di cuenta de lo tanto que extrañaba a Julianne y que mi cuerpo ahora hacía recordarme fastidiosamente.

-Nalia mi cara está aquí-dijo removiéndose incómoda-y bien...

-La conocí cuando iba corriendo, hace dos días supe que es mi profesora...-dije mordiendo mi labio inferior sin poder quitar mi mirada deseosa sobre Julianne.

-Y....¿Por qué fuiste a su casa?-dijo mientras se levantaba y caminó en dirección a mi silla mientras mi pulso se aceleraba, contemplé su cuerpo despampanante apoyarse en el escritorio y quedar a centímetros de mí, y para agregarle cruzó sus piernas justo frente a mis ojos, tragué en seco e intenté calmar las mil sensaciones que en ese instante reinaban en mi cuerpo. Julianne subió mi mentón con uno de sus dedos y me hizo mirarla, ella esperaba una respuesta.

-Hoy tuve un accidente por la mañana cuando iba corriendo...me rasmillé mis costillas y ella se ofreció a curarme llevándome a su casa...-dije perdida en sus ojos, Julianne tenía un poder increíble sobre mí, el más mínimo de sus movimientos podía dejarme babeando y ella lo sabía.

-¿Nada más?-dijo después de un momento y bajé mi cabeza negando, Julianne no tenía por qué saber lo otro, algo que no había sucedido pero pudo....ignoré mis pensamientos y redirigí mi mirada hasta ella, parecía pensante y mis manos comenzaron a temblar, quería tocarla, quería besarla...me levanté despacio y Julianne me observó confusa.

-Si supieras cuanto te necesito-le dije mientras apegaba su cuerpo al mío, estaba temblando, temblando ante su cercanía y las sensaciones fuertes que causaba en mí, Julianne parecía dudar sobre qué hacer, no esperé más y con delicadeza fui acercándome a sus labios.

Malos Tiempos(temática lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora