VII

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P.O.V Julianne

Habían pasado al rededor de veinte minutos cuando comencé a ver la calle por la ventana, Nalia aún no había regresado y algo dentro de mi comenzaba a estremecerme ¿Por qué se estaba demorando tanto?

Pasaron diez minutos más en donde comencé a perder la cordura, Nalia no regresaba y ya había pasado mucho tiempo desde que había ido a comprar. Su celular sonaba pero no contestaba, decidí ir por mi cuenta hasta el mini súper, tomé un abrigo y bajé las escaleras rápidamente y los metros restantes hasta el almacén los corrí sin dudar. Una vez dentro de la tienda comencé a preguntar por Nalia, indicando su descripción.

-No he visto esta muchacha desde ayer en la noche-me dice el dueño de la tienda- hoy no la he visto, pero sí escuché sonidos extraños desde afuera, quizás podrías volver y revisar bien allí.

Su respuesta solo terminó por ponerme aún más nerviosa, volví allí afuera y no había nada, solo unas pequeñas marcas en el piso, como si un auto grande hubiese arrancado rápidamente. No dudé más tiempo y comencé a llamar a la policía, Nalia no aparecía por ningún lado, no contestaba y nunca entró a la tienda ¿Por qué se habría ido? Si todo estaba tan bien...no tenía sentido.

-¿911 cuál es su emergencia?

-Ha desaparecido mi pareja, por favor necesito ayuda...

*
En al rededor de una hora la policía llegó, admito que poco y nada me importó mi aspecto, había llorado desconsoladamente desde que llamé al 911 y ahora bajo mis ojos hinchados tres agentes de policía tocaban mi puerta, comenzaron preguntándome todo, desde la hora en que se fué a comprar y el tiempo pasado entre mi llamada y su desaparición. Me dijeron que recién pasadas las 24 horas podrían hacer algo, debido a que Nalia podría haberse ido donde quisiera en ese tiempo.

-NO!-les grité- ella no se hubiese ido así como si nada, ni siquiera logró llegar a a la tienda, por favor, ayúdenme...

-Señora, la ley indica que...

-Por favor, acompáñenme, hay marcas en el piso casi afuera de la tienda, como si un vehículo hubiese partido muy rápido.

Los agentes se miraron entre sí y yo me levanté para animarlos a seguirme, no iba a quedarme de brazos cruzados y perder a Nalia sin luchar. Los agentes a regañadientes me siguieron hasta la tienda, les indiqué el lugar donde se hallaban las marcas y observaron sosprendidos el piso. Comenzaron a hablar entre sí y cuando pensaba que se iban a ir y dejarme allí el dueño de la tienda salió con los ojos desorbitados y un disco en su mano.

-Se llevaron a la chica...-dijo respirando agitadamente-tengo una cámara oculta en el rincón que da hacia fuera de la tienda, una camioneta se la llevó hace una hora...

Los agentes de inmediato ingresaron a la tienda para ver la grabación y yo los seguí pegadamente ¿una camioneta? ¿Nalia había sido secuestrada? ¿Por quién? De a poco comenzaba a perder mas los estribos y lo sabía, rogaba dentro de mí que por favor no le hicieran daño...

En la grabación la calle estaba vacía los primeros minutos, pero luego desde una esquina se logra divisar el rostro y cuerpo de mi Nalia avanzando por la calle y parándose en seco con una expresión de temor casi llegando a la tienda, de un segundo a otro aparece una camioneta blanca y grande, dos hombres con el rostro cubierto se bajan y la agartan mientras ella forcejea...

Mis ojos no pueden ver más la grabación, Nalia había sido secuestrada por dos hombres mientras yo descansaba sin ninguna preocupación en mi apartamento. No podía con todo aquello y comencé a llorar mientras a lo lejos los agentes llamaban al cuartel de policía.

-Señor, tenemos un secuestro grabado por cámaras hace una hora, solicito ayuda de la brigada policial y ayuda informática para lograr encontrar la ubicación de la mujer...

Dejé de escuchar en ese punto, no podía con ello, la respiración comenzó a faltarme y por poco caigo de bruses al suelo si el hombre dueño de la tienda no me hubiese agarrado por los hombros.

-Necesita descansar...-negué con mi cabeza y me ayudó a sentarme en una de las sillas. Dos de los agentes fueron a cerrar la calle para analizar los rastros del piso y el otro se quedó tomándome declaración y haciéndome preguntas.

-¿Llevaba su teléfono Nalia?-asentí y les di su número, quizás estaban pensando en rastrear su teléfono y eso me dió un poco de esperanza.

Pasado un tiempo la tienda se llenó de agentes, también la calle y la noticia comenzó a expandirse por la cuidad, ya habían pasado tres horas desde la desaparición de Nalia y todavía no había rastro de ella y su paradero.

-Por favor que estes viva..-susurré mientras comenzaba a llorar nuevamente, imaginarme un mundo sin Nalia rompía cada parte de mi ser- por favor aparece...

P.O.V Nalia

Cuando escuché la voz de Mario mi cuerpo comenzó a temblar ¿Mario!? Apenas lo había visto ayer, su cara me había dado mal espina y ahora era un secuestrador...

Me taparon mi cabeza y mi boca, agarraron mis pies y muñecas con una soga en menos de cinco minutos, pese a mi resistencia y los golpes que lanzaba hacia el vacío nada sirvió, ellos eran mas fuertes y lo sabía, aún así una vez amarrada completa seguía luchando por moverme y salir de allí, hasta que una patada fuerte y dura me llegó en el estómago, sentía que perdía toda la respiración, el dolor se expandía por todo mi abdomen y me retorcí del dolor cuando llegó una segunda. Desde allí que quedé completamente inmovilizada, el dolor me ganaba y las lágrimas corrián por mis mejillas.

-Quédate quieta puta...

Era la voz de Mario y comencé a llorar con más ganas, pero de rabia, Mario era otro hombre, un matón y un secuestrador, siempre lo supe y lo noté en su apariencia, pero nunca pensé que llegaría a esto.

En un momento mi celular comenzó a sonar, me estaban llamando y seguro era Julianne... Mario no tardó en tomar mi celular y en menos de un minuto escuché como se habrían una de las ventanas del coche y lanzaba mi celular hacia afuera, mi última esperanza por los suelos...

Luego de un interminable viaje donde mi cuerpo rodaba de una esquina a otra y mi estómago ardía de dolor, el coche paró y los dos hombres se bajaron, dejándome allí como si fuese una cosa. No podía ni moverme del dolor y mi rostro solo era un mar de lágrimas, sentía la desesperación en cada parte de mi cuerpo y mi respiración agitada solo hacia que me doliese más mi estómago.

Pasaron largos minutos en donde solo pude estar allí mirando la tela negra que cubría mi rostro, me sentía desorientada y confundida, ¿Por qué Mario me había secuestrado? ¿Qué lograba con aquello? Un montón de preguntas avanzaban por mi cabeza y ninguna tenía respuesta, hasta que me acordé de la conversación que tuve con Wally la noche pasada...

-Okay-digo con la respiración lenta- sigues en esos negocios-digo a modo de confirmación.

-Sí-desvía su mirada- el prostíbulo no es lo de antes, hoy en día solo vez hombres que maltratan a las muchachas y deciden irse sin pagar, con Mario hemos tenido un montón de problemas al respecto, nuestro jefe José al parecer quiere cerrarlo y ahora está invirtiendo en otros negocios... no exactamente legales y las cosas se han puesto feas a decir verdad.

¿Acaso seguían las órdenes de José? ¿Este era su nuevo "negocio"? La rabia comenzó a subir por mi cuerpo, había sido engañada y secuestrada por José. No había otra explicación.

Oí pasos provinientes de afuera y me puse en guardia, abrieron la camioneta por detrás y uno de los dos hombres me tomó por la espalda y me llevó como cargamento en su hombro, no pude ni moverme del dolor que sentía en mi estómago, solo era un saco llevado hasta no sé donde.

Caminó al rededor de cinco minutos hasta que entramos por una puerta, el olor que sentía era asqueroso, una mezcla de huevo podrido y pescado, el hombre me dejó tirada en el suelo y me quitó la tela que cubría mi cara.

Cuando abrí mis ojos comencé a devisar donde me encontraba, era un cuarto oscuro y sin ventanas, con un colchón sucio tirado en el suelo y las paredes pintadas de verde pero que por los hongos ahora era totalmente oscura y asquerosa. Comencé a pestañear y cuando divisé al hombre que se encontraba frente a mí mis ojos se desorbitaron. Era Wally...

Gracias por sus votos y comentarios, estamos ya muy cerca del final de la historia y se vienen muchas sospresas más, un abrazo:)

Malos Tiempos(temática lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora