Malos Tiempos(temática lésbica)

Capítulo XXV- Discusión

-¿Mamá que?-respondí angustiada.

-Se fué, dejó una carta-Lucía se volvió a sentar- nos ha dejado.

Mis hermanos parecían consternados, papá estaba mirando a un punto fijo en el suelo y yo no sabía que hacer, ni decir.

-Ella estaba con otro-papá habló y nos miró- el hijo que íbamos a tener no era mío, me tardé en descubrir que tenía un...amante.

Todos nos quedamos en silencio ¿!Mamá estaba con otro!? ¿Y papá lo sabía!?

-Papá..-hablé.

-Quiero estar solo-papá se levantó y se fue a encerrar a su cuarto.

Mis hermanos fueron a la habitación menos Lucía. Nos quedamos mirando en un silencio extraño. Me extendió sus brazos y yo hice lo mismo.

*

Al día siguiente todos nos fuimos sin desayunar, papá no había salido de la habitación desde ayer y eso nos tenía nerviosos. ¿Qué haríamos ahora que mamá se fue?

-Adiós-moví mi mano hacia Lucía y salí. Afuera estaba nublado, un clima triste para un día igual, pensé. Cuando llegue a la escuela Albert estaba sentado cabizbajo. Me acerqué y le toqué el hombro, cuando subió su mirada sus ojos estaban llorosos.

-¿Qué pasa Albert?-lo abracé por instinto y el comenzó a llorar en mi hombro. Nos quedamos así unos minutos, él no parecía calmar su llanto y comencé a acariciar su nuca. Se fue relajando mientras le daba lentas caricias hasta que pareció estar más tranquilo.

-Mis padres...mi padre..-secó sus lágrimas- se han separado y...-comenzó a llorar nuevamente mientras un nudo se formaba en mi estómago. Culpa, eso removía mis entrañas mientras uno de mis mejores amigos lloraba sin parar. Esto es mi culpa, pensé.

Albert me dijo que iría al baño y yo lo espere afuera, no había pensado en mis acciones, esto también afectaba a Albert de sobremanera y yo era la culpable. Me sentía mal, él no sabía nada de lo que sucedía entre su madre y yo...

-Tengo que ir a clases-Albert aún seguía con sus ojos lagrimeando-nos vemos luego.

Caminé hasta mi clase aún con todo en mi cabeza, mi madre, Julianne, Albert... parecía que todo estuviese mal. Y no fue solo eso, el resto del día mi cabeza estaba en otro lugar, por lo que me llamaron algunas veces la atención los profesores. Estaba perdida, necesitaba pensar y me fuí antes de que comenzara la clase con Julianne. Necesitaba estar lejos de todos por un día.

Me dirigí al trabajo, allí podía pensar, actuar como quería, podía ser libre en mis acciones y pensamientos sin que nadie me molestase. Los clientes eran lo de menos, parecían felices de mis acciones y yo los ocupaba como distracción para que mis pensamientos no mataran mi cerebro. Me quedé allí hasta el anochecer, cuando iba a recibir mi último cliente una cabellera naranja entró por la puerta.

-¿Por esto faltaste a mi clase?-su mirada era de decepción, cubrí mi cuerpo en ropa interior con una sábana.

-Necesitaba pensar-fui sincera, Julianne también parecía haber llorado y la culpa vino de nuevo a mí.

-¿Pensar aquí?-rio-¿con esos hombres tocándote? Porf avor Nalia, no me mientas.

-¿Qué insinúas?-me puse en guardia.

-¿Esto es solo un trabajo para ti?-Julianne seguía en el mismo sitio mirándome seria.

-Claro que lo es...

-No me gusta que trabajes aquí, odio pensar que varias personas te tocan...es..agh-se cruzó de brazos.

-¿Estas celosa?-elevé mi ceja, me gustaba ver esa versión posesiva de Julianne.