—¿Qué acaba de pasar? —hablo boquiabierta mirando a Sophia.
—¡Syd, acabas de pasar tu número telefónico al chico más guapo de todo Nueva York! —mi mejor amiga me toma de los hombros sacudiéndome un poco.
Solo veo a Sophia quien me mira con ojos asombrados y sin poder evitarlo saltamos como si nos hubiésemos ganado la lotería.
Habían pasado más de ocho años desde la última vez que un chico tuvo intensiones conmigo, sin embargo, no eran tan buenas. Desde entonces, he tratado de mantenerme lo más alejada pasible de los hombres, incluido Jackson, quien lleva más de dos años tratando de ser más que un amigo.
—Debes inviarlo a casa —hago una mueca de asombro ante el comentario de Sophia.
—¿Qué? Estás demente, apenas lo conocí —digo mientras me lanzo al sofá
—¡Por Dios! Vi como babeabas por él, tu cara estaba roja como un tomate y casi te desmayas cuando pidió tu número.
—Claro que no.
—Claro que sí.
—De acuerdo... sí está guapo —digo antes de tapar mi rostro con el cojín.
—Lo decreto, terminarás loca por él Sydney Roberts.
H A R R Y
La sonrisa no se ha borrado de mi rostro desde que salí del apartamento. Veo a mi madre mover su boca, pero en mi mente está tan perpleja la imagen de Sydney que apenas puedo escuchar lo que dice.
Su voz, su rostro, su vibra. Todo ella era mágico.
—¿Qué tienes ahí amor? —mi madre pregunta cuando nota que no despego la vista de mi teléfono.
—Nada, solo... —no puedo evitar marcar una gran sonrisa en mi rostro. —Una nueva aventura.
Mi madre solo sonríe, la verdad era que probablemente ya no recordaba la última vez que me vio sonreír. Quizá la vida no sea tan mala, quizá ella pueda ser la correcta.
S Y D N E Y
Observó mi teléfono el cual se encuentra sobre la mesa, esperaba una llamada, un mensaje, algo. Pero no había nada.
—Debes calmarte, te aseguro que llamara, Syd —dice Sophia mientras acomoda ordenadamente la mesa.
—¿Crees? —resoplo.
—¿Por qué no lo haría?
—Soph, soy un desastre, lo sabes.
—Tal vez un desastre que él quiera restaurar. Syd, debes dejar atrás lo que te pasó. Eres joven, bonita y debes darte una oportunidad.
Las palabras de Sophia se clavan sobre mí, el recordar lo que había sido de mí y de donde salí me hacía querer morir, pero era cierto. No tenía que ser tan cruel conmigo misma.
—¿Qué pasa si no le agrado?, ya sabes, no lo sé
—Lo vi, no para de mirarte y estoy segura de que cuando fui al hospital definitivamente te buscaba a ti, debiste verlo.
Sonrío cuando recuerdo el día que lo vi por primera vez.
H A R R Y
Camino hasta la terraza que se encontraba fuera de mi cuarto la cual dejaba ver toda la luz de Nueva York. Amaba estar aquí, solo era yo y la luz de la ciudad. Podía pensar sin interrupciones, podía hablar conmigo mismo, era mi lugar.
Saco el teléfono de mi bolsillo trasero para volver a ver el contacto en él. "Syd Roberts".
Realmente no quería parecer desesperado, aunque estaba realmente desesperado por llamare. Tal vez solo la asusto o la confundo, pero de verdad quería conocerla.
Desde que tengo memoria las chicas por obvias razones ya no se interesaban en mí. Así que no sé cuánto tiempo duraría esto antes que mi enfermedad lo arruine, pero quería disfrutarlo mientras. Esta emoción de hablar con ella o volverla a ver.
S Y D N E Y
El frío de la ciudad me hace estremecer, pero no me importa y tomo asiento en las escaleras que dejaban ver todas y cada una de las calles y luces por todos lados. Era relajante estar aquí, podías ver todo y al mismo tiempo ver nada ni nadie. Era solo yo.
Después de unos minutos siento mi teléfono vibrar. Un mensaje de texto estaba en la pantalla principal. "No todos mis calzoncillos son del hombre araña, lo prometo. ¡No soy un raro! H." una risa se escapa de mis labios al recordar aquella escena.
Mil cosas pasan por mi cabeza, ¿debo hacerlo?, no pierdo nada al intentarlo, va a conocer mi pasado, sabrá quién es realmente Sydney.
"debes darte una oportunidad", la voz de Sophia llega como trueno a mi cabeza. Así que lo hago, respondo.
"De verdad lo espero, eran los peores calzoncillos que he visto. S."
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SAFE [H.S]
FanfictionEn esta primera parte, nos narra la historia de Harry (Harry Styles), quien es un chico de 21 años, su vida gira al rededor del dinero y hospitales. El hijo perfecto pero con una enfermedad terminal, él tratará de enfrentar los retos que la vida y s...