T1:E30: I Did

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Los meses habían pasado tan rápido que apenas podía darme cuenta de ello. He pasado más días en el hospital que en mi propia casa, hace un mes renuncié a mi trabajo para poder estar más tiempo con él. Los juegos de mesa se habían hecho parte de nuestra rutina de todos los días. A pesar de que Harry era la persona más mala en jugar uno, las discusiones por ver quien tenía las mejores cartas eran tan divertidas que ni siquiera nos dábamos cuenta de que el tiempo estaba pasando.

Hace unos días descubrí que tenía un talento para la guitarra, Zara nos había hecho el favor de comprar una para poder pasar los días llenos de melodías en el hospital.

Umbrella se había vuelto nuestro himno, por decirlo así. Era la canción favorita de Harry hasta el momento.

Lo más divertido de todo esto era cuando por las noches, cuando claramente no había visitas. Entraba por la gran ventana del hospital para poder contar las aterradoras y mágicas historias que inventábamos en nuestra mente hasta quedarnos profundamente dormidos.

Bambi, cinderella, maléfica, eran una de todas las películas que veíamos noche tras noche.

Pero de todas estas cosas, me había dado cuenta de una cosa. Durante todo este tiempo me había dado cuenta de que él, se había convertido en básicamente todo. Se había convertido en mi hogar.

Su salud había mejorado, cada semana era un medicamento menos, un síntoma menos. Sus labios habían vuelto a ese rosado que tanto lo caracterizaba, sus ojos volvieron a brillar y su cabello se había estabilizado. Su cuerpo había aumentado de volumen y sus pómulos ya no se notaban, en su lugar, eran esos hoyuelos que tanto me volvían loca.

Pasar prácticamente las veinticuatro horas del día con Harry me había acercado más al de lo que era antes. Ahora sé que su comida favorita era el sushi, que lo que más amaba en el mundo eran sus horrendos calzoncillos Spiderman, que su peor fobia era el océano y que su mayor talento era hacer malabares.

Que su sueño frustrado era ser un increíble actor de películas de terror y que su película favorita era Titanic. Que era bastante cursi y que cuando estaba nervioso frotaba sus manos y no podía verte a los ojos. Que su personaje favorito de la saga de crepúsculo era Alice y que su viaje soñado era a Tailandia.

Pero detrás de todas esas cosas, también descubrí que tenía pesadillas todo el tiempo, que sufría de terrores nocturnos y que su enfermedad cobraba vida más por la noche que por el día. Que no puede pasar más de tres horas sin tomar meloxicam para el dolor de huesos. Que en ciertas épocas del año su cabello se caía constantemente.

Sin embargo, todos esos aspectos de él, podía jurar que los amaba con cada parte de mi corazón.

—¡Uno, y gané! —exclamo asombrada.

—¿¡Qué!? —río al ver la expresión de derrota de Harry.

—No puedo creer que después de cinco rounds no te quede claro que soy la ama de este juego —me encojo de hombros mientras el chico sonríe. —¿Qué? —pregunto.

—Eres hermosa, Sydney Roberts —dice moviendo todo dentro de mí.

***

—No quisiera que te vayas —el chico de cabello rizado sujeta mi mano. Llevo diez minutos tratando de irme a casa.

—Volveré. A primera hora mañana —sonrío.

—Quizá... Un pequeño beso, solo para dormir bien —siento como mis mejillas se comienzan a calentar.

Harry me ponía tan nerviosa que no puedo reaccionar, él lo nota y solo puedo ver como se acerca a mi plantando un tierno beso en mis labios.

***

Camino por los pasillos del hospital, aunque por dentro sentía que iba volando. No había palabras para describir lo feliz que me sentía en estos momentos. Podrías haber tenido un mal día, pero estar con él te reconfortaba totalmente.

Estoy a punto de salir del edificio cuando una escandalosa alarma comienza a sonar. "Emergencia en la habitación 135". Mi corazón se detiene cuando me percato de lo que estaba pasando. La habitación de Harry.

Corro desesperadamente por los pasillos donde puedo ver a doctores corriendo en la misma dirección. Entre ellos los padres de Harry. La impresión que tengo ahora de ver la escena hace que mis piernas flaqueen. Harry estaba expulsando sangre por su boca mientras las enfermeras trataban de ayudarlo. Mi corazón estaba temblando. —¿Qué le sucede? —exclama la madre de Harry.

—Es su riñón. Acaba de tener una hemorragia interna, necesitamos operarlo de emergencia —dice la doctora Brown mientras ella junto a otro personal cedan a Harry.

—¿Pero cómo?, no hay nadie aún en donaciones y...

—Yo lo haré... —susurro atrayendo la atención de todos.

—¿Qué? —pregunta el padre de Harry mientras me mira sorprendido.

—Yo quiero hacerlo. Lo haré.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora