T1:E34: Promesas

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1    M E S   D E S P U E S

Verano. Amaba el verano con absolutamente todo mi corazón. Por fin la nieve y la lluvia había sido remplazado por el calor y la luz del sol.

Amaba como los rayos de sol entraban por mi ventana. Increíblemente me sentía bien, extrañas veces podía sentirme y respirar tranquilamente. Ya había pasado tiempo desde la última noche que tuve la misma pesadilla que me venía persiguiendo desde hace años.

Sonrío al ver la fotografía que había sobre mi mesa de noche. Harry y yo sosteniendo malteadas que lastimosamente nos dañó el estómago al día siguiente. Pero lo importante había sido el recuerdo.

Hoy era un día importante. Harry finalmente había concluido la universidad. No iba mentir, moría de nervios. Sus padres habían organizado otra de las magníficas cenas familiares que, por supuesto, siempre salían mal. Sin embargo, Harry hizo prometer a su madre ni volver a arruinarlas. Así que me siento segura.

***

—En serio, Sydney. Si esa mujer te dice una sola palabra mala, llámame —río ante la necedad de Sophia—no bromeo Syd, de verdad esa perra merece un gran puñetazo en la nariz, te diré algo, deberíamos pagarle a alguien ¡ya sé! ¿qué dices de esa chica del mercado, Tammy. Es ruda y cobra solo diez dolares.

—No pagaré diez dolares para que golpeen a su mamá —Sophia rueda los ojos—pagaría millones —río junto a la chica rubia.

—¿Syd de verdad vale la pena? 

—Lo vale, haría todo por él —digo.

***

Doy un gran suspiro antes de tocar el timbre de la puerta. Solo pasan unos segundos cuando ésta se abre. Dejando a la vista a Harry quien porta un elegante traje de noche con un enorme birrete. —Por favor no digas nada —dice mientras apunta hacia su cabeza.

—Es enorme —río.

—¡Basta! —el chico sonríe mientras sus mejillas se tornan rosadas.—Yo solo puedo decir que eres la más hermosa de la noche —siento mis nervios a flor de piel cuando sus manos toman mis mejillas para plantar un dulce beso en mis labios.

***

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***

Extrañamente había sido una cena muy divertida. Cada miembro de la familia de Harry tenía que pasar al frente a decir algunas palabras. Zara había sido la más conmovedora al igual que la más divertida. Harry sólo podía morir de vergüenza en estos momentos.

Finalmente se había llegado el turno de Harry. Había sido difícil convencerlo pero después de unas cuantas súplicas, accedió.

—Yo solo quiero decirles que me alegra que estén todos aquí. Gracias por sus, lindas, graciosas y humillantes palabras —ríe.—Gracias a mis padres, sin ellos no hubiera llegado hasta aquí. A Zara por todas esas noches en vela tratando de aprender la tabla periódica. A ustedes familia por todo su amor y apoyo. Son geniales. Pero hay alguien a quien definitivamente, le dedicaría todo el vocabulario del mundo como agradecimiento.—Harry coloca su mirada hacia mi—Sydney.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora