—Odio los días de descanso, es tan cansado.
Digo al momento en que salimos del pequeño restaurante. Eran los días de abril en donde las personas tenían días de descanso, claramente. Mi trabajo era una explotación total, así que vacaciones era imposible tenerlas. Eran aproximadamente las diez de la noche y estaba exhausta, tanto que no me monto sobre mi vieja bicicleta y decido caminar junto con Sophia.
—¿Cómo van las cosas con Harry? —la chica rubia pregunta mientras conduce lento su bicicleta.
—Excelente diría.
—¿Y la bruja malvada? —sonrío al escuchar el apodo que Sophia la había puesto a la madre de Harry—Tu querida suegra —ríe.
—Pues. Me odia —alzo mis hombros demostrando la poca importancia tenía en ese tema—Pero... Creo que por fin aceptó la decisión de Harry.
La señora Cox, o como Sophia la llamaba, Blair Witch. Desde hace unos días finalmente había dejado a Harry en paz. Sin embargo, su actitud era extraña, últimamente me cuestionaba sobre mi padre, sobre Sophia, entre más cosas personales. No entendía, pero ni le tomaba tanta importancia.
—Syd... ¿Qué va a pasar si él un día... —la expresión de Sophia es algo rígida—se va?, ¿lo has pensado?
—No. Lo quiero tanto... Que ni siquiera puedo pensar en eso.
H A R R Y
Seguía observando la vieja película que Zara había escogido esa noche. Era aburrida pero no quería herir sus sentimientos.
—Hijo voy a salir, Zara estas a cargo y no olvides darle los medicamentos nuevos —la voz de mi madre en la puerta nos distrae.
—¿A dónde vas a esta hora? —cuestiono algo confuso. Normalmente mamá a las once de la noche ya estaba profundamente dormida.
—Tengo... Varios pendientes en la oficina, no me esperen —la puerta de la entrada de azota fuerte con su salida.
Lo único que hago es mirar a Zara quien también esta confundida. Suspiro para después continuar viendo la televisión, cuando de pronto el timbre suena. —De nuevo olvidó sus llaves —ruedo los ojos para dirigirme a la puerta. Camino por el largo pasillo para abrirla, encontrándome con Mitchelle.
—¿Puedo pasar? —la chica pregunta algo apenada.
—¿Qué haces aquí? —ignoro por completo su pregunta.
—Harry sé que tú y yo no terminamos para nada bien. Pero...—la chica de fino rostro mantiene su vista cabizbaja.
—¿Pero qué?
—Te echo de menos —mi corazón late fuerte al escuchar sus palabras. —Solo quiero... Intentarlo —se acerca un poco más a mí.
Mi entorno daba mil vueltas, Mitchelle, quién me había hecho mil promesas en el pasado estaba frente a mi pidiéndome una segunda oportunidad, sin embargo. En mi mente solo rodeaba Sydney. —Lo siento, Mitch. No puedo —noto como su expresión cambia por completo.
—Quizá... Como amigos. Y así puedo recuperar nuevamente tu confianza —la chica toma mi mano haciéndome sentir absolutamente nada, ya no era nada para mí.
—Está bien. Amigos —sonrío, siendo sincero, algo incomodo al ver como la chica me rodea.
S Y D N E Y
—Estoy tan cansada que podría dormir un año entero —río ante el comentario de Sophia al finalmente llegar a casa.
—¿Tu dejaste abierto? —pregunto cuando noto que la puerta estaba completamente abierta. Sophia niega con la cabeza dejándome un poco confundida.
Entro al departamento notando un extraño olor, sin embargo vivíamos en el edificio más antiguo de toda la ciudad y estos olores eran normales.
—Tengo hambre. Bajaré a comprar unos cuantos hotdogs, ¿quieres?... ¡Sydney! —el grito de Sophia me saca de mis pensamientos.
—No. Estoy bien. Creo que iré a dormir ya.
Me dirijo a mi habitación la cual me parecía el paraíso en estos días cansados. No hago más que lanzarme a mi cama dejándome llevar por el sueño que me invadía.
S O P H I A
Después de más de treinta minutos esperando unos inútiles perros calientes, tomo mi bicicleta para dirigirme a casa que estaba a unas cuantas calles. Me detengo de golpe cuando noto a dos patrullas de policías y tres camiones de bomberos estacionados fuera del edificio mientras las personas salían rápidamente. —Sydney.
Mi corazón comienza a latir y siento como la sangre me baja hasta los pies. Solo escucho mi bicicleta caer al suelo cuando ya estoy corriendo a toda prisa hacia el edificio. —¿Sydney?, ¿Sydney dónde estás? —grito desesperadamente tratando de encontrarla entre toda la multitud que había fuera, mientras el edificio ardía en llamas. No encontrando respuesta.
—¡Déjenme pasar, mi amiga está dentro, por favor! —trato de soltarme del agarre de los policías pero es imposible. Siento la impotencia dentro de mí al no poder hacer nada.
H A R R Y
No me había dado cuenta cuando la película había terminado, Zara estaba a mi lado completamente dormida. Despierto cuando noto que mi teléfono suena marcando en la pequeña pantalla la una de la madrugada—¿Sophia? —respondo algo dormido. Sin embargo. Siento como mi mundo se me viene abajo al escuchar sus palabras.
***
Era increíble la velocidad en la que conducía. Ni siquiera sabía cómo es que había llegado hasta mi destino. Mis nervios aumentan cuando noto a toda multitud fuera del edificio del cual ya no quedaba casi nada. Bajo del auto tratando de introducirme al edificio. —¿Sophia dónde está?, ¿dónde está Sydney? —tomó fuertemente el rostro de la chica pero ella parece estar en shok.
—¡Esperen!, ¿A dónde van?, ¡alguien sigue adentro! —grito cuando veo a los bomberos y paramédicos salir del edificio, sin rastros de Sydney.
—Lo siento, ya revisamos todo, no hay nadie más —uno de los uniformados me responde.
Sin dudarlo. Me introduzco al edificio ignorando por completo el llamado de los policías rogándome que salga. Comienzo a subir las escaleras evadiendo las llamas que estaban en su máximo esplendor. Al llegar al departamento noto que estaba totalmente en llamas, no había nada. Veo al fondo del pasillo una silueta en el suelo. Ya siento como mis pulmones están llenos de humo pero camino hasta ahí. —¡Sydney! —exclamo cuando veo a la chica.
—Harry... —susurra entre quejidos.
—Estoy aquí... Ya estoy aquí.
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SAFE [H.S]
FanfictionEn esta primera parte, nos narra la historia de Harry (Harry Styles), quien es un chico de 21 años, su vida gira al rededor del dinero y hospitales. El hijo perfecto pero con una enfermedad terminal, él tratará de enfrentar los retos que la vida y s...