T1:E28: ¿Olvido?

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S Y D N E Y

Sentía las náuseas dentro de mí al terminar de lavar el excusado que parecía estar hecho solo de mármol.

Salgo del enorme baño para continuar con las tareas del hogar, la verdad era, que odiaba este empleo, pero básicamente nadie iba a contratar a una adolescente que ni siquiera terminó la universidad.

Tomo el pequeño trapo azul para comenzar a limpiar la pequeña mesa de noche, en donde permanecían retratos del matrimonio que me acababa de contratar hace unos días.

Casi al finalizar, puedo notar una de las fotografías del señor y la señora McCarthy en el Long path park. De pronto, miles de recuerdos llegan a mi cabeza como flashes. Esa noche en la que me confesó estar loco por mí, esa noche en donde solo éramos él y yo.

Había pasado más de un mes sin verlo, sin saber nada de él, pero no sin dejar de pensarlo. Cada noche su recuerdo me invadía provocando que mi corazón se estruje y no deje de llorar hasta quedarme dormida.

—No es cierto... ¿Qué haces tu aquí? —una voz familiar me hace dar un pequeño salto del susto. Me giro para saber quién es dejándome ver a la misma chica de esa noche, Mitchelle.

—No es obvio. Trabajo —respondo fríamente continuando con mis tareas.

—Sí claro, es a lo único que podrías aspirar —sonríe hipócritamente haciendo que una rabia enorme se apodere de mí.

—¿Tu qué haces aquí? —cuestiono ignorando su comentario.

—Aquí vivo, ¿no es obvio? —responde.

Tomo las cosas dentro de mi cubeta para dirigirme a la siguiente habitación, siento sus pasos detrás de mí y no quiero hacer más que lanzarle la cubeta por la cabeza.

—De verdad, opino que el trabajo de limpiar casas es muy bueno, digo. Solo alguien que no tiene amor propio podría hacerlo, pero es genial...

—¡Mitchelle!, ¿podrías dejarme trabajar? —pregunto cuando su teléfono comienza a sonar.

Ella hace una seña para esperarla. Ruedo los ojos para seguir ordenando la habitación.

De pronto, siento mi corazón palpitar de una manera sobrenatural cuando la escucho decir su nombre. Harry.

—¿Ese era...?—me interrumpe.

—Harry. Sí. Todo el tiempo está llamándome —sonríe.

—¿Cómo está? —hablo tratando de ocultar los celos que me estaban quemando por dentro.

—Muy bien, para ser sincera. Desde que dejó de hablar contigo fue como algo nuevo para él. Es decir, siempre está sonriendo, siempre tan alegre. Un nuevo comienzo.

***

—¿Eso te dijo? —Sophia pregunta cuando termino de contarle todo lo que había pasado. —Está mintiendo, Sydney. Harry te adoraba, es imposible.

—Pero... No estoy molesta. Es decir, es duro saber que me olvidó pero... Sí es feliz con alguien más, incluso si no es conmigo, me siento bien por él —a kilómetros se podía sentir la deshonestidad con la que estaba hablando ahora mismo.

—Sydney. Dime la verdad —Sophia toma mis manos—¿Qué pasó realmente la noche del incendio?

"Aléjate de él si es que quieres mantener a salvo a tu amiga, incluso a tu madre" las palabras resuenan tan fuertes en mi mente que provoca un ligero dolor. —Nada—miento—Solo que... Tenías razón, no iba soportar estar con él, verlo irse.

***

En estos momentos odiaba las películas de amor, Sophia insistió casi dos horas para ver Diario de una pasión. Era estúpido, si el tipo realmente la amaba debió buscarla hasta el último rincón de la tierra. El amor era una basura, una completa basura.

—¿Quién carajos llama a estas horas?

Escucho murmurar a Sophia mientras su teléfono suena.—¿Diga?... ¿Johnson?... No, lo siento no conozco a ninguna Zara Johnson.

Rápidamente arrebato el celular de Sophia al escuchar el nombre de Zara.

—¿Zara?, ¿eres tú? —hablo levantándome de mi asiento.

—Sydney... Por fin, de verdad, traté de llamarte muchas veces a tu teléfono, tu antiguo jefe me dio este número. —dice desde la otra línea.

—Perdí mi teléfono el día del incendio. Pero dime, ¿qué pasa?

—Necesitas volver, Harry...

—No puedo. —interrumpo sus palabras de golpe. —De verdad no puedo...

—Sydney...

—Zara yo...

—Harry tuvo un intento de suicidio.

Y de pronto, de la nada. En un instante todo puede cambiar. Todo tu mundo se puede desmoronar.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora