SAFE [H.S]

T1:E32: Lucha Inerna

—Voy a colocar esta mascarilla en tu rostro... Vas a sentir mucho sueño. Solo cierra los ojos y cuenta hasta diez... —dice la amable enfermera mientras acaricia mi cabello.

Comienzo a sentir mucho sueño, como si algo me obligara a cerrar los ojos. Lo último que puedo ver es a Harry a un costado mío. Él estaba profundamente dormido y es ahí cuando todo se torna negro.

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—Papá por favor... No me dejes, no quiero estar sola —le digo al hombre que agoniza sobre la cama de hospital.

—Sydcat... No es un adiós, hija. Nos volveremos a ver. Tu mamá va a estar contigo siempre, y yo también —puedo ver sus ojos azules que se llenan de lágrimas.

—Papá por favor... Tengo miedo —mi voz se quiebra totalmente al verlo irse con cada segundo que pasa.

—Escúchame Sydney. Yo siempre estaré contigo... No importa donde estés, yo estaré ahí. En el aire o en una mariposa que pase a tu lado. Ten por seguro que seré yo, mi pequeña. Y recuerda que siempre voy a amarte con toda el alma —las manos frías de mi padre tocan mi pequeño rostro haciéndome desmoronar en lágrimas.

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—Sydney... Él es Ted, será tu nuevo papá —las palabras de mi madre se clavan como cuchillos dentro de mí.

—¡Yo no quiero un nuevo papá! —exclamo antes de salir corriendo.

Por alguna razón, mi cuerpo de hoy estaba viendo a la Sydney de diez y seis años. Llorando en su cama como todos los días, abrazando esa vieja fotografía con mi papá.

Siento mi corazón latir tan fuerte cuando puedo ver la puerta de mi vieja habitación abrirse. La vieja Sydney suplica mientras el hombre tapa su boca. Quiero hacer algo, quiero detenerlo, pero no puedo. No puedo moverme. Y solo puedo ver a aquel hombre robarle toda la inocencia, llenándola de miedo y odio. Me giro para ver hacia la puerta, mi madre está ahí observando lo que pasa mientras se queda estática.

—Ayúdame, mamá. ¡Dile que pare! —solo puedo escuchar mis gritos hacia mi madre pero ella solo se marcha. Dejando que el robara toda mi niñez.

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—¿A dónde crees que vas? —puedo ver como el hombre calvo me toma por el brazo deteniendo mi paso.

—¡Me largo!, no voy a aguantar otro día más aquí —meobservo con atención, recuerdo como por dentro moría de miedo. Peronecesitaba salir de ahí.

—¡Te voy a encontrar, maldita perra!, ¡donde quiera que te escondas! —los gritos del hombre del otro lado de la puerta me hacen volver a estremecer, me hacen volver a sentir ese terror dentro de mí.

Quiero despertar, quiero salir de aquí, pero no puedo, no puedo despertar. Entonces supe, que algo andaba mal.

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S O P H I A

Habían pasado aproximadamente diez horas desde que Sydney entró a ese quirófano. Sólo podía sentir pudor y rabia al ver a la mujer sentada ahí.

Sentía mis manos sudar sin parar. En el fondo sabía que Brown amaba a Sydney, no pudo haber hecho lo que la madre de Harry le había pedido.

—¡Sophia! —me giro para ver a Jackson correr a toda prisa hacia mí.

—Hola, Jackson. —recibo al chico con un abrazo.

—¿Cómo está ella?, ¿está bien? —puedo ver la preocupación en el rostro del chico castaño.

—Aún no lo sé. Ya pasaron diez horas.

—Familiares de Harry Styles y Sydney Roberts —un hombre de bata blanca camina hasta nosotros.

—Sí. Soy la madre de Harry, ¿cómo está, todo salió bien? —lo único que puedo hacer es rodar los ojos al ver toda su hipocresía rondando por el aire.

—Fue una transfusión exitosa. Harry está en recuperación...

—¿Y mi amiga?, ¿cómo está Sydney? —pregunto sintiendo como el corazón me sube a la garganta.

—Ella... Tuvimos serias complicaciones, aún no despierta, ahora está en terapia intensiva.

Siento como la impotencia me quema por dentro al escucharlo. Esto no era accidente. —Tú lo hiciste —observo a la mujer quien mantiene una expresión de angustia.

—¿Qué? —susurra tomando la mano de su estúpido esposo.

—¡Te escuche hablando con Brown!, ¡tú le hiciste esto! —no puedo evitar sacar el enojo que tengo ahora por dentro, lanzándola al suelo. —Escúchame bien... Si ella no sale viva de ahí, yo misma me voy a encargar de ti. —Jackson sujetándome evita que no salte sobre ella. —Es una amenaza.