T1:E14: ¿ A M O R ?

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—¡Harry, levántate ahora mismo! —la voz de mi madre irrumpe mi sueño.

—¿Ah? —bufo apenas audible.

—¿Dónde estabas ayer?, ¿en serio creíste que no me iba dar cuenta? —mi mamá grita como solía hacerlo cuando tenía diez años.

—Solo... salí un rato a tomar aire —digo pero sin despegar la cabeza de la almohada.

—Harry, no estoy jugando —mi madre quita la sabana que me cubría haciéndome despertar por completo. —¿estabas con Sydney? —pregunta pero no respondo.

—Harry tu mamá te hizo una pregunta —mi papá dice desde la puerta de mi habitación.

—Sí, estaba con ella y qué —frunzo el ceño ante su absurdo enojo.

—Esto es increíble —mamá dice para después salir de la habitación.

—Te quiero en la camioneta en cinco minutos, hoy tienes quimioterapia, jovencito.

Me sentía realmente en un mundo de fantasía, lo recuerdos de la noche anterior me invaden cuando pasamos cerca del lago, una boba sonrisa se dibuja en mi rostro cuando recuerdo no parar de reír cuando intentábamos entrar a mi casa. Había resbalado un par de veces así que el trasero me dolía un poco.

Ni siquiera me había dado cuenta de que mis padres discutían entre sí por el hecho de que ahora soy alguien rebelde, es decir, ¿qué pensaban? Que siempre iba ser un niño reprimido que se la pasaba viendo películas y leyendo libros en casa, la vida se estaba pasando y necesitaba que había más allá.

***

—Inhala... —obedezco a la orden de la doctora Brown. —exhala... pues, estuve revisando los resultados y.... creo que por esta ocasión no habrá quimioterapia —miro a mis padres quienes también tienen una expresión de confusión.

—Que buena broma, doctora —una risa se escapa de mi boca esperando que ella acepte que bromeaba. Pero ella mantenía firme su expresión seria.

—¿Y a qué se debe? —pregunta mi padre.

—Al parecer Harry últimamente ha liberado mucha serotonina, esta es una toxina que se libera con las emociones básicas como tranquilidad, estabilidad, felicidad e incluso... —la doctora Brown me mira algo extraño. —Amor.

Mi respiración se corta al escuchar el diagnóstico de la doctora. ¿Estaba enamorado de ella?

***

Veo desde dentro como mis padres charlan con la doctora Brown, ellos parecen... felices. Ya había olvidado la última vez que vi a mis padres abrazarse, estaba mejorando todo por ella.

—Bien muchacho, puedes irte, no hay nada más qué hacer por hoy —dice—no sin antes me cuentes—Brown me mira pícaramente.

—Contarle qué —niego con la cabeza mientras me coloco los zapatos.

—¿Quién es ella?

No puedo evitar rodar los ojos divertido cuando sé que no dejará de acosarme hasta que se lo cuente—solo... Somos amigos, lo juro.

—Sé que mi diagnostico siempre debe ser médico, pero... estás enamorado, amor.

S Y D N E Y

Sentía mi estómago revolotear, mi mente no paraba de recordar lo feliz que había sido la noche de ayer, creo que desde que tengo memoria es la primera vez que puedo recordar algo lindo.

No me había dado cuenta de que llevaba más de quince minutos lavando el mismo plato hasta que Sam me saca de mis pensamientos—¡Sydney!

—¿Sí, señor? —digo algo ida.

—Ese plato está más limpio que un niño millonario, detente ¿quieres?

—Lo siento, Sam.

Syd, ¿estas bien? —cuestiona Sophia mientras secaba los platos que le proporcionaba.

—Sí, ¿por qué?

—Lo que sucedió ayer con la mamá de Harry, ¿qué carajo le sucede?

—No lo sé, quizá Marla le hizo algo, no me interesa —respondo tratando de evadir el coraje que me había invadido al recordar a mi madre.

—¿De veras no volverías a verla? —Soph me mira con mucha seriedad. Sé que se preocupa, pero Marla me había hecho tanto daño, que preferiría ahorrármelo al volverla a ver.

—Ni aunque mi vida dependiera de ello —escupo sin ningún tipo de remordimiento.

—Sophia, el señor Benson quiere verte —veo a Jackson quien está de pie desde la puerta de la cocina.

—¡Demonios!, ¿se habrá dado cuenta de que incluyo la propina en la cuenta? —la expresión de preocupación de Sophia me hace reír—Ya vuelvo.

Continúo lavando el resto de comida que había en los trastes, de pronto siento a Jack parado junto a mí, él me mira algo extraño. —¿Qué? —pregunto.

—¿Cómo estás? —pregunta mientras me mira con preocupación.

—Bien.

Un silencio invade de pronto la habitación, oh, Jack. Sé que tu corazón es frágil y que te atormentas todas las noches queriendo saber cómo tenerme. Veo como su mandíbula se aprieta como si quisiera encontrar las palabras correctas para decir.

—¿Qué me faltó Sydney? —abro la boca para preguntar de qué hablaba pero me roba las palabras. —¿qué me faltó para que me quisieras?


—Jack...

—No, de verdad Sydney. —el chico toma mi mano lo cual, por alguna razón, me hace sentir incomoda al pensar en Harry. —Ayer pude notar como lo veías.

—¿De qué hablas? —digo.

—¿Estás enamorada de él, Syd? —pregunta. Dejándome helada.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora