S A F E / GRAN FINAL

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Mis piernas dolían. Mis manos sudaban cada vez más, siento como la ansiedad y la angustia me estaba comiendo viva. Me sentía una mierda por dentro.

La espera parecía cada vez ser más larga. Harry llevaba más de dos horas en terapia intensiva. No sabíamos si su corazón volvió a latir o si definitivamente lo había perdido. No lo podía asimilar. La vida estaba siendo una puta apuñalada por la espalda, primero me da al amor de mi vida y de pronto, se esfuma. Me lo arrebata, quería morir.

—Tranquila, Sydney. Debemos tener fe —Zara toma asiento a un lado mío ofreciéndome un pañuelo.

—No lo resisto, Zara. No puedo, no puedo asimilar que él se vaya —coloco mis manos sobre mi cabeza tratando de controlar la impotencia que sentía ahora mismo.

—Tienes que ser fuerte. Por él.

—Es que ni siquiera tengo fuerzas —mi voz se corta.

—Inténtalo, Sydney. —la mano de Zara acaricia mi cabello tratando de consolarme.

—¡Es que lo estoy intentando! Lo estoy intentando pero el intento me está matando —y de pronto me vuelvo a quebrar.

Las horas seguían pasando y no había señales de Harry. La sala de espera estaba vacía, sin embargo los padres de Harry y Zara estaban ahí. Eran aproximadamente las cinco de la mañana. Sophia permanecía dormida sobre el hombro de Ronny mientras él reposaba sobre su cabeza. Era increíble como aún la familia podría abandonarte aún en tu peor momento.

De pronto, la puerta se abre dejando ver a la doctora Brown. —¿Qué Pasó? —hablo rápidamente.

—Lo siento. El sigue en coma y... —veo como la voz de la doctora Brown comienza a tambalearse. —Solo pudimos hacer que su corazón latiera nuevamente, sin embargo no despertó del todo.

—¿Y qué podemos hacer ahora? —cuestiona Rosse.

—El solo está sufriendo. No va a poder regresar. Esto es su decisión. Si vive así por tiempo indefinido o lo dejan ir.

Los padres de Harry comienzan a hablar en voz baja sin embargo puedo escuchar algo de lo que decían. Solo puedo sentir repudia por ellos dos en este momento —¿En serio es de pensar esta decisión? —alzo la voz despertando a Sophia y Ronny —¡Es obvio que lo dejaremos vivir! —exclamo mientras río irónicamente al ver como reconsideran la idea de la doctora Brown.

—Brown tiene razón. Mi hijo sólo está sufriendo. —siento mis uñas clavarse en mis palmas cuando escucho las sarta de estupideces que salen de la boca de Rosse.

—¿Cómo pueden pensar en quitarlela vida?, ¡es su hijo, no pueden hacer esto!

—Sydney ven, debes tranquilizarte—Sophia toma mi brazo tratando de alejarme de Rosse quien me observa tanhipócritamente.

—No pueden hacer esto, Sophia, no pueden —hablo hundida en un llanto.

—Claro que pueden, Sydney. Son suspadres, sé que es una mierda lo que le harán a su propio hijo... Pero quépodemos hacer tú y yo—Sophia toma mis mejillas tratando de limpiar las lágrimasque se desbordan en ellas. —Tranquila, todo va a estar bien.

***

—Señores, es tiempo. —el enfermero sale de la habitación donde Harry permanecía.

Mi mandíbula se aprieta cuando veo a la mujer que va a asesinar al amor de mi vida. Me siento la persona más impotente que exista en el planeta. No tenían derecho, el seguía ahí. Yo lo sabía.

—Quiero entrar primero—susurro. —Si ustedes lo van a asesinar, no quiero estar presente —hablo sin dejar de verlos a ambos.

Accedo a la habitación donde yacía su cuerpo. No puedo evitar sentir ese dolor en el pecho al verlo aún dormido. Y saber que no va a regresar. Mi corazón latía tan fuerte que sentía ganas de gritar y llorar como una niña pequeña. Me acerco hasta él quien permanece quieto. Su corazón aún latía pero él no estaba. Tomo su mano, estaba caliente y su cabello estaba desordenado, sin embargo se veía bien.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora