T1:E31: Vivir O Morir

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—Escucha Sydney, esta es una cirugía de emergencia, necesito que me firmes estos documentos donde claramente indicas que es bajo tu propia responsabilidad la donación de órganos...

La enfermera vestida de azul hablaba, sin embargo, yo solo podía pensar en él, ¿iba a morir? En estos momentos me sentía aterrada, solo quería mantenerlo a salvo.

Seguido de unas pruebas entro a una habitación donde me colocan el típico uniforme de hospital junto a un pequeño gorro. Estaba nerviosa, pero siendo claros, haría cualquier cosa por él.

Me encuentro en una camilla dentro de una enorme habitación, donde puedo observar aproximadamente cinco doctores y tres enfermeras, hay una pequeña mesa a mi lado donde puedo ver artefactos que me hacen estremecer.

De pronto, puedo escuchar como las puertas de la habitación se vuelven abrir. Una segunda camilla es colocada a mi costado. Era él.

—Sydney... ¿Qué haces? —susurra apenas audible.

—Tranquilo, vamos a estar bien —estiro mi mano hasta poder sujetar la suya, reconfortándome por completo.


S O P H I A

—Y en estas cirugías, ¿ambos salen bien? —pregunto a la mujer de avanzada edad que está sentada junto al padre de Harry.

—Tranquila. Están en las mejores manos —responde amablemente.

Después de unos insoportables minutos de espera, un mal presentimiento llega a mí. Era como si Sydney no estuviera a salvo. Me levanto de mi asiento para dirigirme hasta la habitación de cirugías que quedaba en el último piso del hospital. En estos momentos maldecía al idiota que haya construido este elevador tan lento.

Finalmente después de una eternidad, logro llegar al décimo piso. Prácticamente era como un apocalipsis zombie. No había ni una alma rondando por aquí. Y es cuando comienzo a sospechar.

Camino por entre los pasillos tratando de encontrar la maldita habitación donde tenían a Sydney. Sin embargo, comienzo a disminuir la velocidad de mis pasos cuando comienzo a escuchar unas voces. Al parecer eran dos mujeres quienes estaban fuera del cuarto de cirugías. Rosse Cox con la doctora Brown.

—No puedo, Rosse. Es solo una niña —escucho la voz de Brown ya algo harta.

—¿Acaso no recuerdas todo lo que Marla Roberts nos hizo en la preparatoria?, ¿acaso no recuerdas como nos hizo la vida imposible? —la madre de Harry alza un poco la voz.

—Sydney no es igual a Marla —argumenta. ¿Qué carajo tenía que ver en todo esto Marla?

—Escucha. Nadie va a sospechar nada. Hay miles de casos en donde las personas no regresan de la anestesia. Es fácil, solo debes aplicar un poco más de lo normal. Ella simplemente se va a quedar dormida y todos vamos a salir intactos. ¿Lo harás?

—Rosse.

—¿Lo harás?

—Sí.

—Muy bien, es una buena decisión. —siento mi corazón queriendo salir del pecho al escuchar sus palabras–Sydney Roberts no sale viva de ese quirófano.

SAFE [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora