Hoy era el dia de la reunión, que sería en la tarde, todos nos pusimos nuestras ropas reales, mi hijo Edward y yo íbamos en esmoquin y mi hija Ana en un vestido morado oscuro con cola, cuando salíamos del hotel muchas cámaras y periodistas nos esperaban, como también a las otras familias reales que se hospedaron en este mismo hotel.
Subimos a la limosina y empezamos con el viaje hasta el castillo.
-Estoy muy emocionada por ver a Erick -dijo feliz Ana.
-Solo quieres que te siga en tus tonterías -dijo su hermano.
-El me prometio que cuando tuviera quince me ayudara a hacer una broma muy épica y ya la tengo.
-No lo creo, el es muy reservado.
-No es un aguafiestas como tu -Ana le saco la lengua.
-Niños basta -dije poniendo orden.
Llegamos al castillo, pero bien dimos una paso fuera del auto, las fotos empezaron, y conociendo a mis hijos bien me gire a verlos para ver si seguían molestos, estaban muy bien sonriendo y posando juntos para las cámaras.
-Si la gente los conocieran como son en realidad -hable bajo.
Pasaron por mi lado y me empujaron, las personas se voltearon a verme, sonreí y continué con mi camino.
-Al parecer se juntaron para vengarse de mí -sonreí negando con la cabeza.
Mire con mi mayordomo John perseguía a ese par de traviesos, fue una buena decisión dejarlos a su cargo para que no se metan en problemas, aunque no les agrado esa idea de estar vigilados.
-Rey de Yeil -se acercó una mujer.
Asentí con la cabeza, sonrió con gentileza, a lo que le devolví el gesto.
-Oh, lo siento -se disculpó -de seguro no me conoce, me presento soy...
-Papa -escuche que me llamaba Ana -ya va ser hora, vamos a sentarnos -me empezo a jalar.
Dejamos atrás a la mujer y seguí a mi hija que iba muy feliz adelante saltando, al verla asi sonrei, ella siempre venia y me salvaba de esas conversaciones.
Cuando todos los presentes tomaron asiento comenzaron con todo el proceso hasta que por fin el rey salió acompañado con su esposa e hijo, se pararon y el rey empezó con su agradecimiento a los asistentes saludando y todo lo protocolar...
-Realmente estoy muy feliz de dar este anuncio -tomó la mano de su esposa y sonrió -hace unos quince años atras nacio una hermosa niña en la familia, una niña que llamamos Celeste y ahora que cumple quince años hemos tomado la decisión de que la presentemos formalmente al mundo, mi pequeña princesa adelante.
Todos los periodistas y las cámaras presentes empezaron a sonar alocados, por tener las mejores fotos, mientras los que nos encontrábamos sentados estábamos muy quietos, algunos reaccionaron al ver a la nueva princesa salir.
Alce la mirada y esos cabellos me llamaron la atención, unos cabellos negros puros y profundos ojos color esmeralda y de piel pálida, sonreía ante el público.
-Al parecer tenemos una prima muy hermosa y es de tu edad -dijo Edward mirando a mi hija Ana.
Ella bufó molesta porque toda la atención estaba en su ahora prima, cuando ella siempre llamaba la atención a donde iba. Puse mi mano detrás de su espalda para que se calmara.
-De la bienvenida a tu prima con una sonrisa, mi princesa -susurré acercándome a su oído.
-Bien.
A la mi ahora sobrina le pasaron un micrófono, ella nerviosa lo tomó y empezó con sus saludos y agradecimientos, el rey mandó a que le trajeran algo por que su mayordomo salió corriendo, para luego regresar con algo sobre sus manos que estaba tapado con una fina seda.
Llegó el momento de coronar a la princesa y ahí me di cuenta que lo que trae el mayordomo en sus manos era la tiara de la princesa.
-Esta tiara me la dio una persona muy especial, específicamente para este día -habló la nueva princesa de Temrres, con una sonrisa.
Hizo una señal con la mano para que la destaparan, y más sonidos de cámara, yo me quedé en completo estado de shock, apreté los puños esto no lo iba a permitir.
-Esa tiara -dijo Ana asombrada.
-Se que muchos deben reconocer esta tiara, realmente es un honor para mí llevarla este dia -sonrio mi sobrina Celeste.
Todos aplaudieron reconociendo quien era la anterior portadora de esa tiara, el mayordomo se acercó a la princesa y cuando todos pensábamos que el rey le colocaria la tiara a su hija o su madre, él antes de voltearse y caminar en otra dirección me miró por unos segundos, a lo que le mire por esos segundos con mucho enojo, cómo se atrevía a utilizar esa tiara sin su permiso.
El salio por unos minutos del estrado, mientras gire unos minutos los guardias se movían un poco donde estaban las cámaras, viniendo unos más para reforzar, mire a mi hijo que tambien se habia dado cuenta.
-Su majestad el rey está aquí con su acompañante -dijo otro mayordomo, que por su uniforme puedo decir que es el principal.
El rey salió y dio la mano a alguien quien extendió su mano, su acompañante salió por completo del telón que la tapaba, todos soltaron un grito de asombro, las cámaras se alteraron al máximo y los periodistas gritaban que les dejaran avanzar.
Cabellos negros que reflejaba la infinita noche oscura de un color puro y preponderante, esos ojos que hechizan de un color morado oscuro con negro, que yo fui el único quien se dio cuenta de eso, su hermoso rostro y todo su cuerpo infundido en un hermoso vestido blanco con detalles dorados, sus cabellos caían en rizos por sus hombros y llevaba una corona dorada.
-Con ustedes, presente hoy Letizia Isabel reina de Yeil -la presentaron.
Mi corazon se paralizo por un segundo, pero salí de mi ensoñación cuando mis hijos hablaron.
-Mama -susurraron Edward y Ana.
Los mire y estaban congelados igual de yo, Edward me miró, realmente no sabia que hacer, volví a mirar al frente aparentando calma, y mis hijos al verme hicieron lo mismo.
La nombrada alzó la mirada al público y todo bullicio paro, ella dio un paso y se acercó colocándose al lado de Celeste, le pasaron un micrófono.
-Muchas gracias por asistir a este dia tan especial, de la presentación y cumpleaños de mi sobrina Celeste -empezó con una sonrisa -y es para mi un honor en coronar y darle el título a Celeste como princesa de Temrres.
El rey dio un paso adelante.
-Todos estaran pidiendo una explicacion del porque se encuentra aquí mi hermana Letizia -el rey se acercó a su esposa e hijo -ella fue la maestra y educadora de Celeste durante estos diez últimos años, es por eso que mi hija quiso que ella esté presente en este gran dia.
-Y realmente estoy feliz de estar aquí presente -respondió Letizia feliz.
Porque si era ella, es Letizia.
A regresado.
Gracias por su gran e inmenso amor que me dan mis queridos lectores, con solo ver su apoyo al leer y darle una estrellita, como también comentar, me hace muy feliz, muchas gracias.
Con cariño de:
La escritora 2A.
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La reina de la máscara
RomanceEl tiempo que dejas algo y a sido lo suficientemente largo no sabes lo que pudo haber cambio, pero ella eso lo sabía bien, entreno con éxito a su sucesora, su deber está completo y su país de origen en un estado mejor que bueno. Olvidó un pequeño de...