Capítulo 2

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Después de la fiesta y que mi pequeña sobrina ahora llamada Rin cumpliera siete años, decidí sacarle a pasear, aunque sea mas que eso, pero hacía un tiempo que no había salido de la base. Así que ahora me dirijo al lugar de entrenamiento donde siempre entrena Rin.

Entre al lugar y la encontré en combate con uno de los hijos de los comandantes, ella se llevaba bien con los hijos de los comandante en especial con uno de los niños, con él que está ahora peleando, que por supuesto le ganó.

Aplaudí, ellos voltearon y me dieron el saludo, les devolví y me acerque.

-Lo hiciste bien Rin -voltee hacia el niño que era dos años mayor que Rin -tú también Alex, lo haces muy bien.

-Gracias -dijo -por poco le ganó.

-No es cierto -se quejó Rin.

Los dos hicieron luchas de miradas.

-Niños paren -les detuve -Rin quiero llevarte hoy fuera de la base -le avise.

Al instante atraje la atención de los dos niños, me miraron.

-Vamos a visitar el pueblo cercano y de ahí te llevare a una ciudad cercana.

Le conté de mis planes a Rin, evitando algunos detalles claro, después dándole minutos para que terminara su entrenamiento. Fui a hacer una maleta para mi y después con maleta en mano me dirigí ya cambiada a la habitación de Rin a empacar una maleta con la ropa de ella.

Mientras terminaba de arreglar las dos maletas, Rin ingreso a la habitación.

-Madre -llamó mi atención -¿para que saldremos de la base?.

Con la mirada le señale que se sentara en la cama.

-No has salido a la ciudad -dije -quiero que conozcas la ciudad.

Me arrodille frente a ella para estar a su altura, acaricie su cabeza.

-Conocerás tu país, convivirás con tu pueblo -empiezo a decirle -será un viaje, que no se cuanto tiempo durara -sus ojitos se abrieron -conocerás todas las bases y conocerás a todos los comandantes.

-¿Ellos verán mi avance? -su mirada reflejaba nervios y preocupación.

-Sí -se puso nerviosa, sonreí -descuida son muy divertidos, eso si tendrás que demostrarles lo excelente que eres.

-Y si fallo en algo -volvió a mirarme preocupada.

-Estamos nosotros para ayudarte a mejorar.

Sonreímos y me dio un abrazo, nos separamos ya que sino nos haríamos tarde, termine con todo y le di mis maletas a un espía para que las llevarán al carro.

Ya en el coche, ajuste el cinturón de seguridad de Rin y yo me coloque los lentes de contacto esmeralda que cambiarían de color mis ojos y por su puesto usaría lentes,  ya que si descubren mi ubicación, sería un gran escándalo.

Con Rin no tenia ningún problema ya que nadie sabe de su existencia, pero si tendría cuidado de exponerla mucho o evitar que las personas sospecharan.

Arranque el coche y puse música de las que le gustaba a Rin.

Después de un largo viaje llegamos a un pueblo que vive de la agricultura y ganados, quería que Rin primero conociera lo que es vivir en el campo, mire a la pequeña niña que estaba profundamente dormida en la parte de atrás, desabroche el cinturón y cargándola la lleve a la casa que a pertenecido a largas generaciones de lideres espías para su formación.

-Señora Rina -me dijo una espía encubierta, que se encargaba del mantenimiento y de que la casa siga habitable hasta la próxima llegada de su líder.

-Gracias por cuidar del lugar -visualice todo la casa, recordando mi niñez.

-No señora es un gusto tenerla aquí de nuevo -asentí con una sonrisa.

-A mi igual -mire a Rin que estaba en mis brazos -tienes la habitación lista de mi hija.

-Si señora -Rita la encargada de esta casa que es así como se llamaba, y que era la hija de mi nana que ya había fallecido, es decir que nos conocimos de pequeñas, empezó a guiarnos.

-Aquí es -ingrese a la habitación y Rita se fue a mi habitación a arreglar la mía, para poder descansar.

Coloque con cuidado el cuerpo de Rin encima de la cama y la tape con el edredón, abrigándola. Me fui a mi cuarto, me di una ducha y luego de colocarme una ropa cómoda salí a dar un paseo por el campo, muchas personas de por aquí ya me conocían, las salude y les ayude con algunas cosas, dándome unas cuantas frutas en una cesta por haberles ayudado.

Caminaba con dirección a los campos que daban al atardecer, cuando veía a una pequeña niña que corría en mi dirección.

-¡Mama! -gritaba una alegre Rin viniendo hacia.

-Pequeña -dije cargándola en mis brazos -uy pesas -le bromee, ganándome una mirada de enojo, para luego empezar a reír -¿te despertaste recién?

-Si -miro hacia al frente -wao, es muy hermoso.

-¿Te gusta? -asintió -venia mucho aquí cuando era muy pequeña -la mire -creo que de tu edad.

-¡En serio! -vi su carita lleno de curiosidad.

-Vine aquí con el antiguo rey de la mascara -no había personas al rededor, más que dos de mis espías protectores, los demás están descansando.

-Me puedes contar mas -puso cara de cachorrito bebe.

Rei y asentí, la baje al piso ya que mis brazos se estaban adormeciendo y juntas nos sentamos en el pasto, el viento nos golpeaba el rostro, coloque la canasta de frutas al centro de las dos para comerlas mientras conversábamos y apreciábamos esa hermosa vista.

-¿Como comienza tu historia? -pregunto curiosa.

-Pues... -me alargue dando suspenso y queriéndome reír da la cara que estaba poniendo Rin.

-Por favor -me aguante la risa y comencé.

-La madre de mi papa, solo pudo dar a luz un hijo, y este seria el futuro rey, pero la parte de las sombras del reino necesita a su propio heredero -recordaba la historia que se me contó -pero la reina de ese entonces no pudo dar a luz a otro hijo.

-Entonces que sucedió -hablo Rin mientras, me daba una pausa.

-El príncipe de la mascara de nombre entre las sombras como Ray, si tuviera sucesor tendría que llamarse Ray si fuera varón o Rin si fuera mujer, pero esto no sucedió -suspire -no se podía hacer nada. El príncipe de la mascara tubo que seguir manejando el reino de las sombras por un largo tiempo y así lo hizo.

-Después de la espera el siguiente rey del país si tubo dos hijos, un hijo mayor y una hija menor, -seguí contando -cuando la pequeña hija del rey llego a la edad adecuada fue enviada con el príncipe de la mascara, pero ahora este tomaba el titulo de rey de la mascara y el nombre Rayan, mientras la pequeña niña tomaba el titulo de princesa de la mascara, dándole el nombre de Rin.

-¿Ella tiene mi nombre? -pregunto Rin mientras comía una uva, mordí mi manzana.

-Tenia -dije, viendo su carita de asombro -ahora su nombre es Rina.

Veía como la pequeña cabecita de Rin trabajaba a mil por segundo tratando de procesar la información.

-Entonces... -le sonreí.




Hola mis lectores por problemas de salud y internet estoy lanzando el capítulo un día antes. Disfruten de la lectura, bye bye.

Con cariño de:
                          La escritora 2A.

La reina de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora